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Ø Los conocedores saben del placer que brinda ese instante de meditación que otorga una conexión intima y auténtica con todo lo que les rodea, es un acto de celebración que requiere un ánimo distendido y tiempo para el disfrute.
El goce de fumar puro es todo un ritual que no todos conocen. Distinguir un buen tabaco requiere de cierto conocimiento ya que existen diferentes tipos; las variedades de más alta calidad se cultivan exclusivamente para la elaboración de puros y sólo se existen dos regiones en el mundo que ofrecen las condiciones óptimas para el cultivo de todas las hojas necesarias para elaborar puros con los tabacos más preciados: Vuelta Abajo, Cuba, para el “Habano” y San Andrés Tuxtla, Veracruz, para el “Negro San Andrés”, orgullosamente mexicano.
Las personas afectas a los puros son conocidos por su aprecio a las buenas comidas, vinos y licores. La última moda en las ciudades más cosmopolitas del mundo son los bares y clubes para fumadores de puros, los famosos “Cigar Bars”, es en estos lugares, donde los conocedores comparten con los neófitos los rituales para fumar un puro de calidad.
El proceso previo a la elaboración de los puros es un arte por sí mismo, se requiere de experimentados colectores y capataces para garantizar que el proceso resultará en puros de la más alta calidad: es preciso identificar el momento exacto para cortar las hojas que se convertirán en puros de tabaco ya sea natural, maduro-claro o maduro; las hojas son almacenadas para su secado en las llamadas “casas de tabaco”, donde se cuelgan de travesaños y, conforme pierden humedad, se van colocando cada vez más cerca del techo; los capataces deben determinar si es necesario exponer las hojas al sol para su secado y durante cuánto tiempo; para lograr la mezcla perfecta que garantice el aroma característico de este objeto de placer, es crucial tomar en cuenta grueso, color, textura y forma de las hojas para clasificarlas en tres categorías principales: capas, tripas y bandas.
La elaboración es en sí todo un ritual: sobre una mesa de ébano, se extiende la hoja que cubrirá el puro (capa), se alisa y se cortan los bordes, se enrolla con las hojas rotas del tabaco sin la vena central de la hoja (tripa), confeccionando así el llamado “cañón”, se concluye con la base de la hoja (cabeza) y la punta (pie), pegando la “capa” con una goma especial. El último paso es determinar el tamaño del puro que se mide – para que tenga la longitud adecuada – y después de cortarlo se coloca en una caja de madera para comprobar forma y medida, el paso final es la colocación del anillo.
Dentro del ritual del puro, no es cosa menor el realizar correctamente el corte, cuya importancia es proporcional a la calidad del puro de que se trate. Esto se debe a que el tamaño del corte afectará el sabor, la combustión y tiraje del cigarro; un corte demasiado pequeño reduce el tiro y produce una concentración excesiva de nicotina; si es demasiado grande, la bocanada resultará muy caliente y combustionará demasiado rápido. Para los principiantes el mejor corte es algo más pequeño que el diámetro total del puro. Si bien el corte debe realizarse con determinación, no puede ser brusco ya que puede dañarse la perilla que envuelve la cabeza del puro y se hará imposible fumarlo si ésta se desenvuelve, aunque ello solo sucede si se sobrepasa la línea, marcadamente visible, misma que mantiene la perilla unida a la capa, además el tipo de corte también difiere si el formato del puro es parejo o figurado. Por esta razón, existen gran variedad de cortapuros como los de bolsillo o sobremesa (los mejores tienen diversos diámetros); de una o dos cuchillas y de alicate. También están las tijeras, que logran cortes muy limpios pero requieren mayor habilidad.
La forma más rápida de estropear un buen puro es un mal corte, por lo que es importante utilizar el cortapuros adecuado. Victorinox, interesado en cubrir cada vez más necesidades, integra a la familia su Cigar Cuter una nueva multi-herramienta con cortapuros, fundamental para dar vida a un cigarro de calidad, con la nueva Cigar Cuter, el ritual de cortar el puro se convierte en un placer para el fumador. Esta herramienta para conocedores, no sólo satisface las exigencias estéticas del usuario, sino que ha sido especialmente desarrollada para preparar el puro de modo que éste pueda deleitar plenamente al fumador. Para ello, hay que hacer un pequeño orificio en el puro, que permita la adecuada aspiración del humo, la Cigar Cuter de Victorinox cuenta con un uso sencillo y sobresaliente, provisto de tres hojas de corte redondas extremadamente afiladas de diferente diámetro (5, 7 y 10 mm) para lograr cortes precisos en puros de distinto tamaño. Además, como toda multi-herramienta clásica la Cigar Cuter cuenta con otros cuatro usos: hoja de navaja, tijeras, lima y limpiador de uñas.
Máximas del fumador experto:
Ø El uso de un cortapuros adecuado.
Ø El arte de encender el puro lentamente, de preferencia con cerillos largos de madera.
Ø El placer de fumar el puro con tranquilidad, es decir, en una media hora para un puro pequeño y una hora para paladear con calma uno grande.
Ø No quitarle el anillo al puro hasta después de un rato de haberlo fumado, para evitar desprender la primera hoja del tabaco.
Ø No tirar con golpecitos la ceniza como si fuera un cigarrillo, sino dejar que se caiga sola.
Ø “Dejar morir” el puro dignamente, sin apagarlo y permitiéndole que se extinga solo en el cenicero.
La Multi-herramienta Cigar Cuter de Victorinox, se encuentra a la venta en tiendas departamentales y tiendas Zurich. su precio promedio al público es de $ 950.00
VICTORINOX, empresa Suiza fundada en 1884, con más de 120 años de experiencia en productos de precisión “Swiss made”, cuenta con los más altos estándares de calidad, durabilidad e innovación, se preocupa por ofrecer al mercado productos con la más alta tecnología, sometidos a pruebas que aseguran que cumplen con los estándares del más alto nivel. Para mayor información sobre la marca y sus productos visite: http://www.victorinox.com.mx/
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9/11/07
Todo un ritual con arte
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