- El Ministro de Energía y Cambio Climático del gobierno británico reconoció el progreso logrado en la COP16 ante el Parlamento en Londres.
- Reconoció el papel de la Canciller mexicana Patricia Espinosa, con quien compartió el liderazgo en algunos grupos de negociación.
Chris Huhne, el Ministro de Estado para Energía y Cambio Climático del gobierno británico, se presentó hoy ante el Parlamento en Londres para dar un balance sobre los resultados de la COP16 en Cancún.
El Ministro reconoció que, si bien las expectativas para la cumbre de Cancún no eran altas después de Copenhague en 2009, el acuerdo logrado superó con creces la esperanza inicial.
“Se acordaron una serie de decisiones vinculadas bajo ambos caminos, el Protocolo de Kyoto y el marco para alcanzar un acuerdo nuevo y más amplio. Las promesas de reducción de emisiones hechas en el acuerdo de Copenhague por los países desarrollados y en desarrollo han ofrecido un punto de arranque valioso, además de estar en el marco de la Convención Climática de las Naciones Unidas. Ahora podemos evaluar las promesas políticas bajo los requerimientos de la ciencia”, dijo.
El Ministro destacó el rol de la Canciller mexicana Patricia Espinosa y su equipo, debido a sus “habilidades diplomáticas, su valor político y su tenaz determinación”. “Estoy feliz de poder apoyarla y encabezar junto a ella algunos de los grupos de negociación que se dedicaron a estos asuntos”, señaló.
Para Huhne, el acuerdo alcanzado en Cancún representa “un paso adelante muy importante” pues “al final, cada país representado ahí, con la excepción de Bolivia, fue capaz de apoyar los resultados”.
Por primera vez, reiteró, hay un compromiso internacional para “reducir profundamente las emisiones globales de gases de efecto invernadero”, así como de mantener el aumento de la temperatura debajo de dos grados centígrados.
“En la conferencia también se tomaron decisiones para desarrollar sistemas que permitan medir, reportar y verificar la reducción de emisiones, de acuerdo con los compromisos de los países. Esto es esencial para la confianza mutua en las acciones de otros. Los países en desarrollo tendrán acceso a tecnología baja en carbono y ayudarán con la adaptación al cambio climático. Los mecanismos basados en el mercado serán considerados para ofrecer reducciones efectivas a bajo costo en las emisiones”, agregó Huhne.
En la conferencia también se acordó el establecimiento de un fondo climático verde para apoyar políticas y actividades en países en desarrollo. “Este fondo será encabezado por un comité con representación equitativa de países desarrollados y en desarrollo, y sus finanzas serán manejadas en un principio por el Banco Mundial. La conferencia también logró refrendar el compromiso hecho en Copenhague por los países desarrollados para movilizar al menos 100 mil millones de dólares por año hacia el 2020 y destinarlos a las necesidades de los países en desarrollo”.
Huhne también reconoció al equipo británico de negociadores pues, “aún cuando nuestra delegación era una de las más pequeñas de entre los países del G8, sus miembros jugaron un papel fundamental en muchos de los grupos de negociación, a menudo dirigidas por la Unión Europea”.
Sin embargo, dijo, “aún queda mucho por hacer hacia la conferencia climática en Durban en 2011. Dado el resultado en Cancún, podemos estar más que confiados de lo que parecía posible hace unas semanas”.
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