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- Tomar poca agua y una alimentación que no incluye fibra y muchos irritantes, termina por causar dicho padecimiento.
- En el Seguro Social se cuenta con personal especializado, así como tratamiento quirúrgico y alternativo para curar este trastorno.
Tomar menos de dos litros de agua al día, poca o nula ingesta de fibra en la dieta diaria, así como abusar de alimentos irritantes o picantes, es una combinación poco saludable y que, entre otras repercusiones a la salud, puede provocar enfermedad hemorroidal, que es la inflamación de las hemorroides y que causa molestias como sangrado y ardor; de complicarse, puede requerir intervención quirúrgica, provocando serias molestias e incapacidad.
El doctor Rodrigo Alberto Ceniceros, jefe de Cirugía Colorrectal del Hospital de Especialidades, del Centro Médico Nacional (CMN) La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló que ante los elevados niveles de obesidad que prevalece en la población, es indispensable cambiar el estilo de vida sedentario y la alimentación con alto contenido calórico y de grasas, por una rutina que incluya ejercicio diario y consumo de verduras y frutas.
Precisó que las hemorroides son estructuras normales en la anatomía del cuerpo y que se nace con ellas. “Cuando las hemorroides, que son cojinetes formados por venas y arterias, se van desarrollando, a causa de que las evacuaciones son muy duras o muy blandas por la mala dieta, entonces ya hablamos de una patología que es la enfermedad hemorroidal; ese sería el término correcto”.
Enfatizó que la población debe estar alerta ante el primer síntoma del padecimiento, sangrado después de evacuar, y acudir por atención médica; “cuando ya se complica la enfermedad provoca prurito (comezón) y ardor al evacuar; posteriormente, el sangrado es tan abundante que puede provocar anemia y requerir transfusiones sanguíneas, o un padecimiento como trombosis hemorroidal, en el que el dolor es tan intenso que ya no permite caminar o sentarse; ambos casos son causa de incapacidad temporal”.
El doctor Alberto Ceniceros señaló que el Instituto Mexicano del Seguro Social, en sus hospitales de alta especialidad, cuenta con personal especializado, los estudios de diagnóstico y de tratamiento más adecuados para resolver el molesto y doloroso problema de la enfermedad hemorroidal y sus complicaciones.
Señaló que el grado uno y dos de la enfermedad hemorrodial, generalmente, se tratan con medidas dietéticas: consumir alimentos (cereales, verduras de hoja verde, jugo de naranja con gabazo, frutas) con alto valor en fibra y abundantes líquidos diariamente, así como disminuir o dejar de ingerir irritantes como café negro, alcohol y alimentos picosos y condimentados.
Esto se va a determinar con un estudio endoscópico (anoscopía), que en el IMSS se hacen de forma habitual para pacientes con los síntomas de enfermedad hemorroidal en el tercer nivel.
En los grados más severos del padecimiento, donde incluso las hemorroides son visibles fuera del área rectal, el tratamiento indicado es quirúrgico. Una vez que se descarta la presencia de otras patologías como cáncer, el especialista decide si realizar la cirugía clásica (el más recomendado), en la que se suturan las heridas; y el tratamiento mediante la ligadura hemorroidal con banda, sólo en algunas personas que cumplan con el perfil adecuado.
Agregó que la automedicación con productos de fácil acceso, sin receta médica, pueden aliviar las molestias, pero la enfermedad hemorroidal no desaparece y puede complicarse aún más.
El especialista del IMSS recomienda que, ante la presencia de sangrado en el área rectal, se acuda de inmediato a revisión con el médico familiar, “ya que no sólo la enfermedad hemorroidal se manifiesta con sangrado, también otras patologías como cáncer colorrectal”, dijo el doctor Alberto Ceniceros.
Subrayó que las personas de 25 años de edad y más, generalmente, ya tienen enfermedad hemorroidal grado uno. “Lo básico para prevenir el desarrollo de la enfermedad es mantener una dieta adecuada. Es aquí donde el Seguro Social participa con campañas para prevenir la obesidad y mejorar nuestros hábitos alimenticios”.
“Si nosotros ingerimos más fibra en nuestros alimentos y más líquidos, vamos a estar evacuando de una manera adecuada y esto va a evitar un traumatismo en las hemorroides”, finalizó.
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