- Una decena de largometrajes
representativos de la cinematografía contemporánea uruguaya y una muestra de
cortometrajes conforman este ciclo que se exhibirá en el IFAL.
- Por primera vez se
estrenan en México dos de los filmes más reconocidos del cine uruguayo, La casa
muda y El baño del Papa.
La historia del cine
uruguayo es relativamente corta. Medio siglo atrás la cinematografía uruguaya
era prácticamente inexistente, había escasos intentos aislados sin
trascendencia, a excepción de algunos documentales militantes de los sesenta y
setenta. En los 90, tras la dictadura que convulsionó al país, poco a poco
surgieron los primeros ejemplos de un cine que en la actualidad goza de una
buena salud con realizadores destacados en festivales internacionales de
prestigio, así como con una producción regular y en constante crecimiento.
Durante abril, Conaculta Cine, a través de la Cineteca Nacional, con el apoyo de la Embajada de Uruguay en México presenta
una selección de lo más destacado del cine uruguayo contemporáneo en la 4ª Semana de Cine Uruguayo conformada
por más de una decena de largometrajes, además de una muestra de cortometrajes.
La Semana se exhibirá en la Sala Molière del IFAL ubicada en Río Nazas 43 Col. Cuauhtémoc, del 18 de abril al 9 de mayo.
El baño del Papa
(Uruguay-Brasil-Francia, 2007) será la encargada de inaugurar esta Semana el próximo miércoles 18 de abril a las 19:30
horas en la Sala Molière. El filme de César Charlone y Enrique Fernández es
uno de los más esperados por el público mexicano que tras su gran éxito
internacional se volvió inaccesible para los distribuidores nacionales. Finalmente,
después de cinco años, este largometraje ganador del permio Horizontes en el
Festival de San Sebastián se estrena en México.
A esta cinta le siguen
trabajos como El viaje hacia el mar
(Guillermo Casanova, 2003), comedia basada en una historia de Juan José
Morosoli acerca del viaje de un grupo de vecinos que nunca ha visto el mar; la
multipremiada Whisky (Uruguay-Argentina,
2004) de la reconocida dupla Rebella-Stoll; La
Perrera (Uruguay-Argentina-España-Canadá, 2006), ópera prima de Manuel
Nieto, historia que retrata un Uruguay gris con personajes sumidos en la
monotonía, el tedio y la frustración; Gigante
(Uruguay-Argentina-Alemania-España, 2009), de Adrián Biniez, retrato intimista
acerca de un guardia de supermercado enamorado de una empleada. El filme obtuvo
tres reconocimientos en el Festival de Berlín, entre ellos el Gran Premio del
Jurado.
El ciclo cuenta con una
destacada presencia de documentales que en su mayoría abordan las dolorosas
secuelas de la dictadura que vivió Uruguay en la década de los setenta, entre
los que figuran El círculo (Uruguay-Alemania-Argentina-Chile,
2008), de José Pedro Charlo y Aldo Garay; D.F.
Destino Final (2008), de Mateo Gutiérrez; Las manos en la tierra (2010), de Virginia Martínez, que indaga en
la llamada Operación Zanahoria, supuesto plan que se implementó tras la
dictadura para desenterrar y exhumar los cuerpos de los desaparecidos que
yacían en cementerios clandestinos para enterrarlos de pie plantando árboles
sobre ellos para dificultar su hallazgo; C3M-Cinemateca
del Tercer Mundo (2011) ópera prima de Lucía Jacob acerca de un grupo de
cineastas que exhibía materiales de los militantes en respuesta a la situación
política de los setenta.
También se presentan La sociedad de la nieve
(Uruguay-Francia-Argentina-España, 2007), documental de Gonzalo Arijón sobre
los sobrevivientes de los Andes y Jamás
leí a Onetti (Uruguay-España, 2010), de Pablo Dotta, quien rinde homenaje a
través de testimonios, entrevistas, dibujos y composiciones musicales a uno de
los grandes escritores contemporáneos de Latinoamérica: Juan Carlos Onetti.
La Semana de Cine Uruguayo culmina con La casa muda (Uruguay-Argentina, 2010), de Gustavo Hernández, filme
de terror basado en hechos reales acerca del asesinato de un par de hombres en
una casa de campo en 1944; el musical mudo de Pablo Stoll, Hiroshima (Uruguay-España-Colombia-Argentina, 2009); y La vida útil (Uruguay-España, 2010), de
Federico Veiroj.
Asimismo, el ciclo se
complementa con una muestra de cortometrajes que se exhibirán a partir del 27
de abril.
Desde
el 16 de enero la Cineteca trasladó su programación a una serie de sedes alternas desde las que
programa lo mejor de la cinematografía nacional e internacional. De este modo
la Cineteca Nacional tiene funciones en los siguientes espacios: tres salas de The Movie Company en Escenaria,
Auditorio del Museo de Arte Carrillo Gil, Sala Luis Buñuel del Centro de
Capacitación Cinematográfica (CCC), una sala de Cinépolis Universidad, Cine
Lido, una sala de Lumiere Reforma, Sala Molière del IFAL, Auditorio de la
Biblioteca José Vasconcelos, Auditorio Alfonso García Robles en el Centro
Cultural Tlatelolco, Sala CCB del Centro Cultural del Bosque y la Sala María
Félix de la Alianza Francesa de Polanco.
Para mayor información
consulta: www.cinetecanacional.net
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