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13/5/12

Más de mil 700 niñas, niños y jóvenes han participado en la investigación del IMSS “Genética de la obesidad”

Bienvenidos al Sitio Web www.informanet1.com Director General: Erasmo Martínez Cano… Comentarios y sugerencias: Editor: Erasmo Martínez / Javier Tlatoa ( portal@informanet1.com ) ( erasmocano@gmail.com ) Informanet Videos


-         La aplicación del protocolo se realiza en su última fase en la Unidad Morelos del Seguro Social.

Más de mil 700 niñas, niños y adolescentes de entre 6 y 14 años de edad han participado en el protocolo “Genética de la obesidad en infancia y la adolescencia” que lleva a cabo el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con el propósito de conocer los componentes y la importancia de los factores con respecto al desarrollo de la obesidad e identificar las causas de riesgo para prevenir la aparición de enfermedades crónico degenerativas como diabetes, hipertensión arterial o insuficiencia renal crónica, entre otros padecimientos.

El jefe de la Unidad de Investigación Médica en Bioquímica del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, Miguel Cruz Lopez, explicó que desde julio de 2011 un equipo multidisciplinario de médicos, enfermeras, nutriólogos y trabajadoras sociales, realizan pruebas para conocer el estado de salud de los menores, apoyados por especialistas y alumnos de postgrado del Instituto Nacional de Salud Pública y del Departamento de Genética y Biología Molecular del Cinvestav, Unidad Zacatenco.

El especialista del IMSS señaló que una de las primeras conclusiones es que tanto en la Unidad Deportiva Cuauhtémoc, como la Unidad Deportiva Nezahualcóyotl del IMSS hay un “alto índice de obesidad” en los niños participantes en el protocolo, de más del 20 por ciento, y apenas la mitad no tiene problemas de exceso de peso, situación que no debería ocurrir ya que practican deporte de forma constante en las instalaciones deportivas; “esto se explica en la mala alimentación”, añadió.

Cruz López advirtió que se ha observado en los cuestionarios que los niños y jóvenes prácticamente no consumen fibra, toman poca agua y que se ha incrementado en su dieta la ingesta de alimentos ricos en grasa y proteínas, así como refrescos y bebidas azucaradas en abundancia.

El especialista destacó que uno de los objetivos es reunir a tres mil niños y jóvenes, con el consentimiento y supervisión de sus padres, para la aplicación de cuestionarios específicos sobre alimentación, actividad física y antecedentes heredofamiliares de enfermedades con el propósito de identificar y evitar factores que se relacionan con la obesidad, meta que se podría alcanzar en la última etapa del protocolo que inició el 5 de mayo en la Unidad Deportiva Morelos del IMSS.

Además, se aplican a todos los participantes mediciones antropométricas (peso, talla, circunferencia de cintura), toma de presión arterial, determinación de los niveles de glucosa, triglicéridos, colesterol e insulina y estudios genéticos (que identifica genes que se asocian a la obesidad infantil).

El investigador explicó que el beneficio directo para los participantes es la evaluación integral de los niños, lo que permite detectar si presentan algún grado de sobrepeso, obesidad e incluso la presencia de pliegues de color obscuro (acantosis) en cuello y antebrazos, que indican la probabilidad de que padezca alteraciones metabólicas y hasta prediabetes.

La información se maneja de forma confidencial, los responsables la entregan por escrito a los padres, a quienes se les explica cada una de las mediciones y los cambios en el estilo de vida que deben realizar para prevenir enfermedades.
        
Cruz López explicó que existen tres componentes principales que causan sobrepeso, obesidad y otros padecimientos crónicos: el sedentarismo, que es la falta de actividad física diaria, permanecer la mayor parte del día sentado frente al televisor y utilizar medios de transporte en lugar de caminar distancias cortas; alta ingesta calórica, es decir, el mayor consumo de harinas refinadas, azúcares y grasas (tamales, pan, pizza, hamburguesas, etc.) y la genética, que se analiza en este protocolo.

“Con esta labor que realizamos en el IMSS e instituciones como el Cinvestav y el Instituto Nacional de Salud Pública que se han unido a este esfuerzo al comprender la trascendencia de este tipo de proyectos, ahora invitamos a los padres y a sus hijos a que participen en el protocolo, para que tenga el impacto deseado y los resultados positivos se reflejarán a través del tiempo”, concluyó el investigador.


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