- Es considerado el asentamiento humano más antiguo
del Valle de Anáhuac
- Se utilizarán recursos del Programa de Barrios
Mágicos del GDF para rescatar y consolidar su plaza y otros lugares como
el primer molino de papel que hubo en la Nueva España.
Aro de pelota. |
El próximo jueves 7 de
junio el pueblo de Culhuacan, fundado hace 1342 años, será declarado Barrio
Mágico por las autoridades del Gobierno del Distrito Federal y de la Delegación
Iztapalapa, como una forma de activarlo turísticamente por la riqueza
patrimonial histórica y cultural, tangible e intangible, que posee, tales como el
Ex Convento de Culhuacán y los vestigios del Molino de Papel, la primer fábrica
de papel construida y operada en América Latina, así como sus carnavales, la
charrería y numerosas fiestas, entre ellas la de la Santísima Trinidad, la más
relevante.
Cupula. |
Por su gran riqueza
patrimonial, histórica, arquitectónica, natural, religiosa y humana, la Ciudad
de México cuenta con sitios turísticos y culturales de gran interés y
relevancia, como el Centro Histórico, la Villa, Xochimilco, Polanco,
Chapultepec, San Ángel y Coyoacán, que son reconocidos a nivel mundial y
visitados por miles de turistas de todo el mundo que generan una gran entrada
de divisas en beneficio de todos los prestadores de servicios turísticos. Sin
embargo, actualmente se desconocen varios atractivos
turísticos del Distrito Federal, como los que tiene Culahuacán.
Brasero. |
El Gobierno Popular de la
Delegación Iztapalapa decidió aprovechar el Programa Barrios Mágicos, de la
Secretaría de Turismo del Gobierno del Distrito Federal, para conformar un
corredor turístico que incluya a Culhuacán y el Cerro de la Estrella y
fortalecer la recuperación de espacios históricos, tradiciones vivas, plazas y paisajes
que posee la Delegación, con el propósito de que sean reconocidos, visitados y
admirados y de esta manera, enriquecer la oferta turística en beneficio de los
turistas y los habitantes de Iztapalapa.
El origen de Iztapalapa se
remonta a más de 3,500 años, cuando empezó a poblarse la zona adyacente al
Huizachtépetl (Cerro de la Estrella), que ofrecía condiciones óptimas para los
cazadores y recolectores que llegaron a la cuenca de México. Era una región
privilegiada por la gran cantidad de ecosistemas que poseía, ya que se trataba
de una península rodeada en gran parte por los lagos de Texcoco, Chalco y
Xochimilco.
Considerado el primer
asentamiento humano en el Valle de Anáhuac y de donde salió el primer
gobernante del Imperio Mexica, Acamapichtli, Culhuacán fue fundado hace 1342 años a un costado del Cerro de la
Estrella (Huizachtepetl) y en la ribera del lago Chalco-Xochimilco. Culhuacán, que significa “Lugar de Culhuas” o “Cerro Encorvado”
–esta última interpretación alude al bastón de Quetzalcoatl y por lo tanto, a
la sabiduría de los ancianos– era considerado un lugar místico y centro
depositario de muchas tradiciones prehispánicas. Se han encontrado muchas
evidencias arqueológicas –las cuales pueden apreciarse en el Museo del Ex
Convento de Culhuacán– de ocupación continua desde los años 300 hasta 800 D.C.
Interior del exconvento. |
Entre los años 600 y 800
d.C., Culhuacán mantuvo una importante relación con Teotihuacán; más tarde se
convirtió en la primera capital de filiación Tolteca-Chichimeca que dominó una
buena parte del sur de la cuenca de México. Junto con Tula y Otumba, Culhuacán
conformó el núcleo del Imperio Tolteca hasta su decadencia, alrededor de 1100
d.C. Ante el poderío que cobraron Azcapotzalco y Texcoco, Culhuacán se sujetó
al dominio que logró en todo el Valle el naciente imperio de
México-Tenochtitlan, a partir de 1400 d.C.
Poza. |
Sin embargo, los propios
mexicas reconocieron el linaje Culhua y el valor simbólico del lugar, a grado
tal que realizaron por lo menos tres ceremonias de Fuego Nuevo (ciclos de 52
años), así como el culto a Tlaloc y a otras deidades. A la llegada de los
españoles, el pueblo de Culhuacán fue seleccionado como uno de los centros con
mayor trascendencia y tradición religiosa, por lo que ahí los frailes agustinos
edificaron en el siglo XVI, en la década de 1560 al 1570, un gran centro
evangelizador, el Convento de Culhuacán, donde se estableció un Seminario de
Lenguas que durante más de cien años preparó a los religiosos en el aprendizaje
de lenguas indígenas y a los habitantes de los pueblos originarios en el
dominio del castellano.
Esta labor requería papel
en abundancia, que escaseaba en la Nueva España y tardaba meses en llegar de
Europa. Por ello, muy cerca del Convento se construyó el molino que producía
papel a partir del maguey. En el plano de Culhuacan elaborado en 1580 ya figuraba
este molino. La fabricación del papel se hizo con materias primas propias de la
región: fibras de algodón y maguey. El molino aprovechaba un ojo de agua al que
se le construyó una noria y un acueducto para conectarlo a un estanque dentro
del Convento y que aún existe.
Conformado por claustros en
dos plantas construidas de piedras de basalto volcánico (recinto), con un
estilo renacentista de gran sobriedad, el Ex Convento de Culhuacán posee una
gran riqueza en pintura mural, que aun pude apreciarse en los frescos
realizados en ambas plantas, que muestran, además de los temas religiosos, la
maestría de la mano de obra indígena.
El convento funcionó como
tal hasta 1756, cuando la Corona Española quitó gran parte de su poder a las
órdenes religiosas. Se convirtió en casa parroquial y con el tiempo sus usos se
diversificaron (catecismo, sede de mayordomías, cuartel zapatista, entre otros)
y se deterioró seriamente. Fue declarado monumento en 1944 y comenzó su restauración.
El Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH), conformó el museo de sitio, que abrió sus
puertas al público a partir del mes de noviembre de 1995. Cuenta con una exposición
permanente, con acervo que se obtuvo en las zonas aledañas al inmueble, y que abarca
desde el origen del señorío autónomo Culhua (700 d.C.), hasta la llegada de los
españoles.
Durante el señorío mexica,
Iztapalapa formó parte de la Confederación Nauhtecutzin (cuatro señoríos) junto
a los pueblos de Culhuacán, Mexicalzingo y Huitzilopochco (ahora Churubusco).
Con el apoyo del Programa
de Barrios Mágicos se rescatarán y consolidarán lugares como el Molino de
Papel, la Escuela Gustavo A. Madero, el Mercado, el kiosko, la fuente, calles
interiores y el tramo de la calle Morelos que va de la Av. Tláhuac a Jacobo
Watt, por la Cruz Parroquial.
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