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Esta alteración del estado de ánimo es más
frecuente entre los 18 y 44 años.
- La atención de la depresión ocupa 52 por ciento
de la consulta en psiquiatría en el Seguro Social.
La depresión es un problema de salud pública con mayor prevalencia en el
género femenino, ya que de acuerdo con estadísticas clínicas es dos veces más
frecuente en mujeres que en hombres, pues son más vulnerables y tienden a
expresar más sus emociones, advierte Blanca Patricia Morales Esponda,
especialista en salud mental del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
La psiquiatra adscrita al Hospital de Especialidades del Centro Médico
Nacional (CMN) Siglo XXI informó que la depresión se presenta a lo largo de la
vida, con mayor frecuencia entre los 18 y 44 años de edad en promedio, lo que no
exime a lactantes ni adultos mayores.
Aclaró que la enfermedad tiene un componente genético, es recurrente,
más frecuente en personas con bajo nivel escolar y se ha observado que después
de casarse, las mujeres tienden a deprimirse, debido a que tienen mayor carga
de tensión y estrés.
Morales Esponda añadió que esta situación se complica en el caso de las
jefas de familia, madres solteras que tienen hijos que mantener, cumplir con el
trabajo y las obligaciones del hogar, además de que el ritmo de vida actual les
demanda ser “las mujeres perfectas que tienen todo bajo control”.
Destacó que en el IMSS se tiene registrado que aproximadamente 52 por
ciento de las mujeres que acuden a solicitar atención médica presenta un cuadro
depresivo; por el padecimiento se brinda 90 por ciento de consultas
psiquiátricas, ya sea por depresión pura, trastorno bipolar o un cuadro mixto
ansioso-depresivo.
Indicó que los especialistas del Seguro Social brindan tratamientos
personalizados con fármacos y terapias como la cognitivo conductual, entre
otras; además de recomendar la práctica de algún deporte o actividad que
resulte de su agrado.
Explicó que las amas de casa presentan más sintomatología depresiva,
porque sólo se dedican a estar en el hogar y cuidar a los hijos, tienen pocos
distractores, su círculo social es pequeño y cerrado, lo cual las hace más
vulnerables a los cambios emocionales.
Blanca Patricia Morales Esponda comentó que este grupo social no se
siente realizado con sus actividades, ya que su trabajo es poco reconocido a
diferencia de la profesionista o empleada que sale y trabaja.
Si bien es cierto que estas mujeres tienen más estrés y desgaste físico,
su actividad les permite despejar la mente, ser autosuficientes, conocer
personas, compartir o convivir con gente nueva o diferente, lo que les ayuda también
como red de apoyo social, refirió.
Puntualizó que algunos factores que contribuyen al desarrollo de depresión
son alteraciones hormonales del ciclo menstrual, embarazo, aborto, post parto,
climaterio o la menopausia.
La enfermedad se diagnostica cuando se tienen síntomas de tristeza, anhedonia
(pérdida del placer o capacidad para disfrutar las cosas), sensación de soledad,
de culpa, falta de energía, baja autoestima, desánimo, mucho sueño durante el
día, dificultad para conciliar el sueño e insomnio por lo menos durante dos
semanas o más.
También pueden presentar síntomas atípicos de la depresión, como hiperfagia
(necesidad de estar comiendo), antojos por carbohidratos, dulces, chocolates,
galletas o pan; lo que incrementa su peso y a presentar pesadez en brazos o
piernas. El malestar anímico aumenta por las tardes, con más sentimiento de
tristeza, y por la noche con insomnio.
La psiquiatra del Seguro Social dijo que la enfermedad puede
manifestarse en forma leve, moderada, severa y grave, etapa última donde las
personas acuden a consulta con evidente desesperación, pues no le hayan sentido
a la vida y de ahí pueden tener ideas de muerte o suicidio, una de las
complicaciones mayores, por lo que recomendó buscar ayuda profesional en forma
inmediata.
La Organización Mundial de la Salud estima que para 2020 la depresión será
la segunda causa de discapacidad a nivel mundial ante el aumento de casos.
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