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Por Héctor Medina Varalta
Guadalajara, Jal, diciembre de 2013. La prestigiada editorial SM presentó en la FIL 2013, el libro-disco Lirimañas: todos los dibujilíbridos cuentiformes que gustan de musicalizar, eso es una Lirimaña, es un juego en el que inventamos estas maneras de escribir, de contar, de cantar y de ilustrar para llevar a los niños a través de un libro a echar un clavado en sus páginas. El libro es para niños, adolescentes y adultos. No obstante, son cosas muy pensadas en los niños. No es descubrir el hilo negro del asunto, ni mucho menos, hay ranas, brujas, mamuts, piratas, cosas que conocemos, desde el punto de vista de Juan Gedovius, autor de esta obra.
Gedovius comenta que son 12 pequeños cuentos, por decirlo de alguna manera. La cosa, es que este libro a diferencia de otros nació de unas canciones que había escrito, escribió las letras, éstas inspiraron las ilustraciones, las ilustraciones inspiraron el arreglo y por eso es un cuento-libro, el disco se comunica con las ilustraciones con el breve texto que contiene, porque en realidad es parte de las letras, pero las letras completas solo están en el disco, en una suerte de juego en el que el lector pueda leer el libro sin que haga falta el disco, y el disco se pueda escuchar sin que falte el libro. Pero cuando el lector los ve juntos, deduce que son un complemento o vasos comunicantes que hacen un todo.
Evolucionando con los niños
De acuerdo al escritor, El proceso de hacer el libro fue muy divertido: son 12 canciones, 12 ilustraciones, que son 12 cuentos, por decirlo de alguna manera, o anécdotas o situaciones, porque si bien hay una rana que habla, se trata de una bruja que habla de sus fórmulas o pócimas, o un marciano que literalmente viene a invadir la Tierra, pero cómo es un goloso, se queda a desayunar y por eso no invade nuestro planeta. También hay un cuento de un mamut descongelado que le gusta bailar, pero cada vez que lo hace se tropieza y hace huecos en las paredes y tira la maceta.
"La literatura va evolucionando-comenta Juan Gedovius-van habiendo maneras de comunicación, maneras nuevas de entendimiento; es un mundo globalizado sin fronteras gracias a Internet. Los niños de esta generación están muy bien informados, tienen acceso a cualquier cantidad de datos, convirtiéndose en esponjas deseosas de buscar cosas nuevas, de encontrar otros lenguajes. El chiste es ver cómo hace uno para no perder la batalla entre eso. Uno como escritor tiene que tratar de entenderlo, tratar de evolucionar y seguir jugando con ellos.
Experiencias profesionales
Juan ha tenido muchas experiencias muy satisfactorias con los niños, desde literalmente hasta jugar con ellos, pues es muy niñero: le encanta estar con ellos, platicarles y hasta recibir las sugerencias para mis propios textos, ya que ellos se acercan y le sugieren que el cuento podría tener un final mejor. "Considero-afirma-que no hay mejor cosa que sentir que uno es parte de ellos o que lo aceptan a uno como parte de ellos, de su núcleo de amistades. No necesariamente de enseñanza, porque yo aprendo más de los niños, que ellos de mi; podemos hablarnos sin pensar que uno es el adulto y los niños son proto adultos, que en algún momento se van a convertir en seres pensantes; hay que aprender mucho de ellos y en eso estoy mucho tiempo: desde el niño que se acerca a pedir un autógrafo, el que te platica, el que ya te conoce o el que le ayudas, simple y sencillamente a darle un libro que no alcanza porque está muy alto, cualquiera de esas atenciones son intensamente atesorables. Hay niños que hacen preguntas, por ejemplo: 'por qué los pollos no vuelas si tienen alas'. Esta es una oportunidad increíble de aprender algo nuevo cuando está uno en el plan de enseñar, hay mucho que aprender siempre, de sus preguntas, de su manera de ver la vida
Trayectoria
El autor tiene publicados más de 70 libros, algunos están ilustrados por otras personas, otros son coediciones entre varios autores y otros son de autoría propia como Larimañas. Gedovius ha obtenido algunos premios, pero no les hace mucho caso porque, a veces, depende de adultos que no saben nada de niños. Para él el verdadero viene del reconocimiento del niño, de que le guste el libro. Tiene varios premios internacionales de libros, que a la mejor no les gustan mucho a los niños, catálogos, menciones, exposiciones dentro y fuera del país. Afortunadamente tiene bastantes reconocimientos, pero nunca va buscándolo de nadie en especial, más allá de los niños, ese para Gedovius, es el verdadero premio. "Todas las normas sociales, políticas-para editar un libro-religiosamente o moralmente correctas son absolutamente elásticas y dependen de programas, incluso gubernamentales, de eslogan, incluso de cosas que nada tienen que ver con los niños. Y siempre estamos a merced de eso: de personas que deciden, que a la mejor, no deben estar decidiendo por los niños. Por otra parte, me gusta impartir talleres literarios infantiles, cada vez tengo menos tiempo para eso, pues es parte de mi aprendizaje para estar con y para los niños. Uno no puede estar trabajando para niños, si estás solo desde tu restirador o de tu computadora o atrás de tus pinceles nada más, tienes que estar con ellos, jugar con ellos, tienes que meterte en su mundo; uno es el mismo, pero hay que verlo desde la misma manera o la misma altura."
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