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4/9/14

La Cineteca Nacional ofrece un repaso por algunas joyas del cine nacional

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-         El ciclo Tesoros del Cine Mexicano se exhibirá del 2 al 7 de septiembre en la Sala 9, Juan Bustillo Oro
-      Se trata de una selección de seis piezas fundamentales de la cinematografía mexicana de los años treinta
-    Santa, Redes, Dos monjes, ¡Vámonos con Pancho Villa!, Águila o sol y Los de abajo, integran el programa 

La historia cinematográfica de México no puede concebirse sin revisar las piezas que marcaron la pauta entre el incipiente cine nacional de principios del siglo pasado y la Época de Oro del Cine Mexicano. Son filmes considerados joyas de nuestro cine que representan la transición entre una producción cinematográfica de bajo presupuesto y el nacimiento de una industria fílmica a la altura de las más grandes del mundo.

Con el ánimo de valorar estas películas, la Cineteca Nacional presenta el ciclo Tesoros del Cine Mexicano del 2 al 7 de septiembre, en la Sala 9, Juan Bustillo Oro. El programa integra seis largometrajes que marcaron tendencia gracias a sus argumentos, técnicas de filmación y narrativas novedosas alineadas con las vanguardias.

El ciclo da inicio con Santa (Antonio Moreno, 1931), basada en la novela homónima de Federico Gamboa. Se trata de la primera cinta sonora mexicana y la segunda adaptación del célebre libro. La historia cuenta cómo una joven campirana entrega su amor a un mal hombre y termina sumergida en los infiernos de la prostitución urbana. El trabajo de sonido de los Hermanos Rodríguez potenció este melodrama que sentó las bases de la industria e incluyó a personalidades latinas reconocidas en Hollywood, participantes tanto en el cine hispano como en la futura y vasta producción nacional.

En 1934, Fred Zinnemann y Emilio Gómez Muriel dirigieron Redes, el primer ejemplo en México de un cine de denuncia social. Lo que originalmente fue un ensayo fotográfico de Paul Strand, se convirtió en un reclamo audiovisual sobre la realidad social de los pescadores de México, interpretados por la población auténtica de Veracruz. El proyecto, musicalizado por Silvestre Revueltas, narra la vida de un pescador del puerto de Alvarado que organiza una revuelta contra un explotador de su gremio. Redes fue recientemente restaurada en la Cinemateca de Boloña gracias a materiales resguardados por la Filmoteca de la UNAM.

Asimismo, el conocedor de las vanguardias cinematográficas europeas de los años 20, Juan Bustillo Oro, también vivió su periodo de experimentación visual y sonora sin precedentes durante los 30. Así realizó su opera prima Dos monjes (1934), filme de inspiración visual expresionista y con una narrativa más cercana al surrealismo francés. Apoyado en un argumento de José Manuel Cordero, presenta un trágico triángulo amoroso que involucra a dos hermanos enamorados de la misma mujer, que encuentran consuelo en un monasterio. El innovador filme de Juan Bustillo Oro reflexiona sobre la locura, la imposibilidad amorosa y los muchos rostros de una misma verdad.

Por otro lado, el ruso Arcady Boytler encontró en el actor de comedia Mario Moreno y su personaje “Cantinflas” un vehículo idóneo para retratar el entorno de las clases populares urbanas, centrándose en su entretenimiento, como lo demuestra en Águila o sol (1937). Sin pretensiones artísticas, Boytler refleja la vida de las “carpas”, espacios en los que las clases populares hallaban su diversión. Así observamos las aventuras de tres huérfanos: Carmelo, Adriana y Polito que sobreviven en las calles hasta ya adultos, cuando conforman un exitoso trío cómico-musical.

¡Vámonos con Pancho Villa! (1935) y Los de abajo (1940) significaron el parteaguas de las temáticas revolucionarias con un gran eco en la cinematografía mexicana. Sin embargo, ambas se alejaron del tono patriótico y folclorista que inundaría el cine mexicano industrializado en años posteriores.

Filmada con maestría por Fernando de Fuentes, ¡Vámonos con Pancho Villa! es un prodigio visual y narrativo que orquesta una desoladora visión sobre la lucha armada y el derrumbe de los ideales que supuestamente la apuntalaban. Basada en la novela homónima de Rafael F. Muñoz, muestra a cinco rancheros admiradores de Pancho Villa que se unen a la División del Norte. Uno a uno mueren en combate y en absurdas situaciones que dejarán en Tiburcio Maya, el único sobreviviente, una amarga visión de la lucha revolucionaria.

Mientras que Los de abajo es una película más cercana a los esquemas del cine industrial, privilegiando el melodrama y la acción por encima de la visión crítica de la novela homónima de Mariano Azuela que la inspiró. Escrita por Aurelio Manrique, la trama presenta a un campesino y sus compañeros quienes se unen a la Revolución alentados por ideales de justicia social. Sin embargo, conforme avanzan en la lucha armada, su humanidad se va perdiendo ante la crueldad del combate.
El ciclo Tesoros del Cine Mexicano constituye pues una revisión por parte del amplio legado cinematográfico de nuestro país, y que Cineteca Nacional presenta ahora también con el propósito de que sea apreciado por las jóvenes generaciones.

Tesoros del Cine Mexicano
Programación sujeta a cambios de último momento
Sala 9, Juan Bustillo Oro

Martes 2
Santa
18:30

Miércoles 3
Redes
18:30

Jueves 4
Dos monjes
18:30

Viernes 5
¡Vámonos con Pancho Villa!
18:30

Sábado 6
Águila o Sol
18:30

Domingo 7
Los de abajo

18:30

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