- Bajo la dirección de Raúl Peretz y con la compañía Teatro de los Volcanes (Consejo de Teatro Comunitario de la Región de los Volcanes), la obra se estrenará el 30 de julio en el Teatro Morelos del IMSS.
Mis ojos están cerrados / y sin poder entender cómo / de alguna manera extraña, mi espíritu regresa a la sierra / regreso a despedirme de ese lugar donde era tan buena / la vida conmigo / regreso a encontrarme con un montón de recuerdos / regreso a buscarme / pero no me reconozco / porque tengo en el cuerpo 35 plomazos / de A-K cuarenta y siete / no me reconozco porque mis ojos ahora miran al vacío / porque traigo un tiro de gracia que ya me floreó / toda la cara / no me reconozco / porque ahora mi cuerpo está debajo / de cuatro muertas más…
Anima sola, obra escrita por Alejandro Román (Cuernavaca, Morelos, 1975) fue ganadora del Premio Nacional de Dramaturgia Víctor Hugo Rascón Banda 2010. Desde hace años este reconocido escritor –quien ha obtenido el tercer lugar del Certamen Internacional de Literatura “Letras Del Bicentenario-Sor Juana Inés de La Cruz” 2011, con la obra Perlas a los cerdos-- ha desarrollado un enriquecedor lazo creativo con la compañía Teatro de los Volcanes (Consejo de Teatro Comunitario de la Región de los Volcanes), que dirige Raúl Peretz. Ánima Sola es la tercera puesta en escena que la compañía Teatro de los Volcanes monta de este singular dramaturgo mexicano.
Así, el 30 de julio, a las 19:00 horas, en el Teatro Morelos del IMSS, Av. San Juan de Aragón 311, esquina con Eduardo Molina (interior de la Unidad Deportiva del IMSS, frente a Wallmart), se llevará a cabo el estreno de Ánima sola con la compañía Teatro de los Volcanes. El montaje iniciará temporada y permanecerá en cartelera hasta el mes de septiembre, con funciones los sábados a las 19:00 y los domingos a las 18:00 horas. La entrada será gratuita.
Teatro de los Volcanes tiene como sede el Teatro Morelos dentro de “Teatros para la Comunidad Teatral”, apoyado por FONCA-IMSS, el Morelos es el único foro de este programa que no cobra el boleto. Así pues, la entrada a todos sus espectáculos es libre. Para este montaje hay sólo 90 boletos disponibles por función, el público debe acudir con antelación, para que se les pueda obsequiar un boleto personal.
Raúl Peretz señala: “La importancia de montar esta obra radica en no quitar el dedo del renglón sobre la situación que prevalece en el país y que es muy grave por la violencia que entraña, y poder, a través de las herramientas que nos proporciona el teatro, establecer un diálogo con el público, para hablar de estos temas”.
Ánima sola denuncia, a través de las historias que cuenta, que en México se ejerce una violencia impune contra las mujeres, y que está vinculada a situaciones de delincuencia. Son tres mujeres en diferentes latitudes del país: Ciudad Juárez, Tijuana y la sierra de Guerrero, ellas tienen diferentes edades y narran lo que las llevó a la muerte: son ánimas en pena, que nos cuentan cómo llegaron ser lo que son.
“El montaje tiene seis meses de trabajo, en el que actrices muy jóvenes tienen como misión interpretar el texto, como lo propone el dramaturgo. La propuesta es muy interesante, porque Alejandro Román de ha dedicado a hacer un teatro social, donde los contenidos están trabajados poéticamente. Esto constituye una mezcla muy poderosa, pues la poesía logra mover muchas fibras sensibles, la poesía trastocada por el hecho real tiene un contenido muy fuerte. No es necesario hacer un gran planteamiento de escenografía, de producción, pues el soporte es el texto mismo”, explica Raúl Peretz, director del montaje.
Las actrices que integran el elenco de Ánima sola son Carmen Zenil, Graciela Luna y Azul Navarrete, jóvenes que forman parte de la compañía Teatro de los Volcanes y que han participado en diferentes montajes.
El director de escena explica: “Por diversas razones estos personajes viven circunstancias que las relacionan con hechos de violencia, y la relación con la figura masculina por una parte es devastadora, pero también habla del amor. La obra es una travesía en la que todos, de alguna forma, estamos involucrados de una u otra manera, y por lo mismo, debemos estar alerta ante estas situaciones”.
La obra –explica Peretz-- no propone ninguna solución, sino que denuncia cómo se vive esta violencia, para que el público se abra a pensar en torno a ella, y esté pendiente de esta situación que está emergiendo como un fenómeno social.
“El montaje busca convertirse en teatro íntimo, acercarse a las emociones, a través de la creación de imágenes del texto poético de Alejandro Román. Esta obra está representada en la nada y en el todo, a la vez. En el espacio vacío, manejamos que el público esté muy cerca. El público se ubica en el foro y eso crea una intimidad, donde las miradas de las actrices, la fuerza vital que tienen están muy cerca del público. Lo que queremos provocar es esa energía que vibra entre el actor y el espectador”, concluye Raúl Peretz.
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