- Exposición directa al sol sin protección, la principal causa; gente joven y personas con lunares mal cuidados, las principales víctimas.
- Tratamientos a base cirugía, quimioterapia, radioterapia, entre otros, ayudan a eliminar la enfermedad.
El cáncer de piel es una lesión maligna que se presenta en la epidermis y su causa principal es la exposición al sol, ya que el organismo absorbe las radiaciones, no las elimina. Este mal se puede evitar en la medida que se disminuya la exposición a la luz solar, explicó especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Para atender esta enfermedad, el Instituto cuenta con diferentes tipos de tratamiento que se proporcionan al derechohabiente y van desde retirar la lesión con láser hasta la cirugía y procedimientos con radioterapia o quimioterapia.
La doctora María Magdalena López Ibarra, jefa del Servicio de Dermatología del Centro Médico Nacional (CMN) La Raza, del IMSS, destacó que existen tres tipos de cáncer en la piel: carcinoma epidermoide, melanoma maligno y, el menos agresivo, carcinoma basocelular.
Este último, explicó, es un lunar de color café o negro que en ocasiones se ulcera, sangra, aunque es 100 por ciento curable. Sin embargo, es probable que provoque deformación del sitio donde aparece, de acuerdo con el aspecto clínico y del tejido que lo compone.
El carcinoma epidermoide también se presenta como lunar en forma de bolita que crece muy rápido; en ocasiones parece una coliflor, puede sangrar o presentar ulceración. Si al momento de revisar y palpar la lesión, está se presenta endurecida, es posible que haya infiltración y el tumor se encuentre bajo la piel y volverse invasivo.
La dermatóloga López Ibarra indicó que el melanoma maligno es un lunar muy negro que tiene bordes irregulares de crecimiento rápido, puede sangrar, ulcerarse, no se ve infiltrado, pero es necesario tomarle biopsia y remitirlo al departamento de oncología para prescribir el tratamiento adecuado.
En la actualidad, explicó, el carcinoma basocelular es más frecuente en gente joven, ya que los muchachos se asolean demasiado en la playa, al punto de quedar con la piel enrojecida, al tratar de obtener una piel bronceada, lo que ocasiona que esas radiaciones sean absorbidas por el organismo, lo que puede desencadenar lesiones malignas.
La dermatóloga del IMSS recomendó que ante la aparición de cualquier bolita o lunar en la piel, donde aparezcan un crecimiento más rápido, sangrado o, incluso, una úlcera, es necesario acudir con el dermatólogo para ser valorado y se proporcione el tratamiento correspondiente. Todos los lunares que aparezcan en la piel deben ser revisados para conocer si son benignos o malignos, subrayó.
Anteriormente, comentó, se atendía un melanoma cada dos o tres meses; hoy ese número de casos se presenta cada 15 días o al mes. El carcinoma basocelular tiene una incidencia aproximada de cinco casos por semana, cuando sólo se presentaban dos o tres en el mismo período.
La jefa del Servicio de Dermatología del CMN La Raza dijo que debido a que no hay síntomas, es de vital importancia observar cualquier cambio en los lunares que se tienen, por mínimos que sean.
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