- El deterioro del esqueleto por la edad pasa desapercibido y es la
principal causa de la osteoporosis que va en aumento en la población mundial.
- Las fracturas de cadera, vertebras, rodilla, codos, muñecas y tobillos
son las consecuencias más frecuentes y graves de este padecimiento.
La osteoporosis es un padecimiento que daña al esqueleto humano que
envejece al igual que el resto de los demás órganos, pero pasa desapercibido;
cuando un problema de salud se ve, se siente, se palpa, entonces nos
preocupamos por éste, afirmó el ortopedista y traumatólogo del Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS), Federico Cisneros Dreinhofer.
Es también un problema de salud pública grave en todo el mundo, ya que cada
día crece porque afecta en su mayoría a los adultos mayores y el incremento de
la expectativa de vida en el mundo va en aumento, manifestó el encargado del
área de metabolismo óseo y profesor titular de la materia de ortopedia en la
Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Lomas Verdes.
Señaló que el deterioro óseo aumenta con los años, ya que la calidad y
cantidad de hueso disminuye. No es un asunto al que le demos atención, porque
sólo lo percibimos hasta que los huesos se fracturan debido a una reducción de
la resistencia del esqueleto para sus funciones adecuadas.
La osteoporosis, dijo el especialista, se produce en las estructuras
óseas, principalmente las de tejido esponjoso, que se encuentran en la periferia
o en los extremos finales de los huesos. Con el paso del tiempo éstas se gastan
más rápidamente y disminuyen en grosor y cantidad, perdiendo su conectividad y
su capacidad de soportar las cargas a las que originalmente se sometían.
Aclaró que como consecuencia, los huesos de caderas, codos, muñeca, rodillas
y tobillos que se rompen son cada día más frecuentes. La osteoporosis no son
las fracturas, pero éstas si constituyen la complicación real y grave del
padecimiento.
De acuerdo con cifras de la Fundación Internacional de Osteoporosis, actualmente
la fractura más común derivada de este padecimiento es la de los cuerpos
vertebrales, pero la más costosa y con mayores complicaciones es la de cadera.
Suele ocurrir con mayor frecuencia entre los 70 y 75 años.
El traumatólogo expresó que existen dos variedades de osteoporosis. La
post menopáusica que se relaciona con la disminución de hormonas en esta etapa
de la vida y provoca la pérdida de masa ósea en 10 por ciento por año. Después
de los 50 años este padecimiento ocurre a una tasa de 6 mujeres por 1 hombre.
El segundo tipo es la osteoporosis senil que se da tanto en mujeres como hombres
y su tasa es de 2 mujeres por 1 hombre.
La salud ósea, abundó el doctor Cisneros Dreinhofer, requiere en primer
lugar que los huesos absorban calcio, para lo cual es necesario un adecuado
aporte diario de mil miligramos que puede obtenerse de productos lácteos y
verduras verdes, así como de suplementos de este elemento.
En segundo lugar, consumir 800 unidades diarias de vitamina D que se
halla en pescados como salmón, bacalao, atún o en alimentos fortificados, ya
que ésta es la responsable de que el calcio se precipite y sea absorbido por
los huesos. Asolearse alrededor de 15 minutos diariamente, de preferencia por
la mañana, debido a que la luz solar favorece la producción endógena de esta
vitamina, apuntó.
En tercer lugar, añadió, un esqueleto sano necesita moverse, ya que para
esto existe. Antes la gente era muy activa y tenía mucho más actividad motora,
pero actualmente somos más sedentarios, por lo que es necesario ejercitarse
diariamente.
En el IMSS, el Hospital Lomas Verdes es líder en el área. Ha abierto
muchos caminos para que mejore la osteoporosis. Como prevención, a los
pacientes de riesgo se les practican densitometrías (estudios que miden la
densidad ósea), a las mujeres a los 65 años y a los hombres a los 70, señaló
Cisneros Dreinhofer.
Para el tratamiento de la osteoporosis, en el IMSS los medicamentos más
reconocidos se brindan bajo un seguimiento estricto, a fin de asegurar un seguimiento puntual y
completo de los pacientes que los requieran. Dentro de éstos se encuentran los
formadores óseos que ayudan a mejorar la calidad del hueso y a disminuir el
riesgo de fracturas, y otros conocidos como antirresortivos, porque disminuyen
el consumo del esqueleto.
Sin embargo, para el ortopedista y traumatólogo lo primordial es la
prevención de la salud ósea, con el adecuado y oportuno suministro de calcio y
la incorporación de hábitos de vida saludables, que no sólo le sirven a los
huesos, sino también a los pulmones, al corazón y a todo el organismo.
Construir una salud integral para todos los órganos del cuerpo es lo más
importante, concluyó.
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