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A nivel mundial las enfermedades cardiovasculares
cobran la vida de más de 17 millones de personas al año; en México son más de
80 mil fallecimientos.
- Hoy, 29 de septiembre, la Organización Mundial
de la Salud conmemora el Día Mundial del Corazón.
El corazón es el centro de la vida; de sus latidos y correcto
funcionamiento depende en buena medida la calidad de vida de cada persona; para
mantener este vital órgano saludable y evitar una cardiopatía o enfermedad del corazón
es indispensable realizar ejercicio en forma regular, llevar una dieta
balanceada que incluya diariamente además de proteínas y carbohidratos, la
ingesta de agua y fibra; evitar el sobrepeso, estrés y no fumar.
Samuel Justiniano Cordero, jefe del Servicio de Cardiología Preventiva y
Rehabilitación de la Unidad Médica de Alta Especialidad, en el Hospital de
Cardiología del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, del Instituto Mexicano
del Seguro Social (IMSS), señaló que hoy 29 de septiembre, la Organización
Mundial de la Salud (OMS) conmemora el Día Mundial del Corazón, ocasión idónea
para recordar a la población en general la gravedad de las enfermedades que
afectan este órgano.
De acuerdo con la OMS, dijo, ocurren más de 17 millones de muertes al
año relacionadas con padecimientos cardiovasculares; mientras que datos del Instituto
Nacional de Estadística y Geografía indican que en México se dan más de 250 mil
eventos cardiovasculares en el mismo lapso, que resultan en más de 80 mil
muertes anuales relacionadas con dichas patologías.
Destacó que el corazón se asemeja a una casa: consta del músculo
cardiaco (paredes), cuatro válvulas (puertas), arterias (tuberías) y un complejo
sistema de conducción de la sangre (cables). Cuando existe un problema o
enfermedad en alguno de estos lugares, queda expuesto a una lesión que le
impide bombear sangre de forma correcta a otros órganos, o para que mediante
las venas regrese la sangre a los pulmones a recibir oxígeno.
El especialista señaló que las patologías del corazón se pueden explicar
o clasificar de manera básica en cuatro grandes grupos:
· Congénitas. Enfermedades con las que se nace por defectos en la formación del
corazón, ya sea a nivel de sus cavidades y válvulas o aquellos relacionados con
la formación del feto en el útero, como algunos orificios que no llegan a
cerrar.
· Adquiridas. Entre las más comunes están la cardiopatía isquémica, que es la falta
de oxígeno por la obstrucción de las arterias coronarias, que desencadena el
infarto del miocardio y la angina de pecho.
· Valvulares. En el país persiste la fiebre reumática, afección que se encuentra
principalmente en provincia, la causa una bacteria en la garganta y esta infección
en forma indirecta puede lesionar las válvulas del corazón; hay enfermedades menos
frecuentes que también causan valvulopatías como lupus eritematoso, espondilitis
anquilosante y artritis reumatoide, entre otras, que llegan a requerir el
cambio de una válvula y el implante de una prótesis.
· Degenerativas. El aumento en el promedio de vida y el incremento en la incidencia de
los factores de riesgo cardiovascular favorecen los procesos degenerativos,
principalmente en el adulto mayor; frecuentemente se desgasta el sistema de
conducción del corazón, se presentan bloqueos y se requiere de un marcapaso u
otros dispositivos para el control de arritmias o para volver a sincronizar los
latidos del corazón.
Justiniano Cordero destacó que es posible mantener un corazón saludable
y evitar la mayoría de los padecimientos cardiacos adquiridos, “en gran manera
depende de los hábitos que tiene cada uno de nosotros, éstos generalmente se
adquieren desde la infancia y son determinantes para prevenir o evitar que
nuestro corazón se enferme”.
Indicó que para prevenir las enfermedades cardiovasculares se requiere
una alimentación que incluya grasas, proteínas y carbohidratos con moderación.
“Uno de los problemas que tenemos hoy es que la población prefiere una dieta
rica en grasas saturadas que inciden en el incremento de los niveles de
colesterol y otros lípidos en la sangre”.
Dijo también que el tabaquismo, particularmente la nicotina, favorece la
formación de placas (ateromas) en las arterias y llevan a padecer infartos cardiacos
y cerebrales; el sobrepeso en adultos y niños genera que la frecuencia cardiaca
y la presión arterial sean más elevadas, se asocia a niveles elevados de
glucosa, triglicéridos y colesterol, y se alteran los signos vitales de reposo
y esfuerzo, porque situaciones de esfuerzo como correr o caminar agotan a las
personas obesas.
El jefe del Servicio de Cardiología Preventiva y Rehabilitación de la Unidad
Médica de Alta Especialidad afirmó que el Seguro Social busca una vida y
corazón saludable desde que los derechohabientes son recién nacidos, mediante programas
como el control del niño sano, hasta los programas de PrevenIMSS y adulto mayor
se da seguimiento a la talla, peso y estado nutricional para lograr una
detección oportuna y dar tratamiento si se requiere.
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