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La visión borrosa es un padecimiento natural por
envejecimiento del organismo.
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Personas diabéticas tienen mayor riesgo para
desarrollar la enfermedad.
Las personas mayores de 50 años son más susceptibles a desarrollar
cataratas, enfermedad causada por envejecimiento natural, la cual se manifiesta
con visión borrosa y menor agudeza visual, ya que el cristalino del ojo --lente
que enfoca a diferentes distancias-- se endurece y opaca con el paso de los
años, lo que provoca neblina en la visión.
Para la atención de este problema de salud, el Instituto Mexicano del
Seguro Social (IMSS) brinda tratamiento para extirpar la catarata, a fin de que
la persona recupere la capacidad de enfocar, explicó Ernesto Díaz del Castillo
Martín, jefe del servicio de Oftalmología del Hospital de Especialidades, del Centro
Médico Nacional (CMN) Siglo XXI.
Cuando el padecimiento no es atendido, advirtió, se incrementa la disminución
de la agudeza visual, que al ser progresiva, pone al paciente en riesgo de
perder completamente la vista.
El oftalmólogo puntualizó que el Seguro Social tiene alta capacidad resolutiva
para atender a los derechohabientes que tienen cataratas, ya que cuenta con los
especialistas, el equipamiento y la infraestructura suficientes para que puedan
recuperar la función visual.
Destacó que en el Instituto son operados por cataratas entre 70 mil y 80
mil derechohabientes al año, mediante cirugías extra capsulares que se realizan
principalmente en los Hospitales Generales de Zona, cuyos resultados les
permiten volver a ver.
Díaz del Castillo añadió que en los hospitales de tercer nivel del IMSS
se realiza también la facoemulsificación, otra alternativa al problema de cataratas,
que consiste en desintegrar la catarata con ultrasonido, a través de una
incisión de tres milímetros, y colocar un lente intraocular plegable multifocal,
para que el paciente tenga una visión más natural a diferentes distancias.
Precisó que en este tipo de tratamiento la recuperación es más rápida, con
menor riesgo de que se abra la herida o se infecte el ojo, aunque no todos los
pacientes con catarata son candidatos a facoemulsificación, pues se debe
analizar el grado de endurecimiento que tenga el cristalino en cada caso, ya
que una catarata muy avanzada (endurecida) representa más riesgo de complicaciones.
Los golpes y las infecciones en los ojos, dijo el especialista del
Seguro Social, también pueden ocasionar cataratas; asimismo, los hijos cuyos
padres tienen o tuvieron esta afección corren más riesgo para desarrollarlas, al
igual que personas diabéticas a consecuencia de los cambios metabólicos y uso
de algunos medicamentos; las mujeres emcatarbarazadas que se hayan contagiado
por alguna infección como rubéola pueden tener bebés con cataratas congénitas.
El jefe del servicio de Oftalmología del Hospital de Especialidades del
CMN Siglo XXI precisó que aunque no hay manera de prevenir las cataratas, es
posible controlarlas y atenderlas oportunamente. Recomendó acudir a revisarse
los ojos con el oftalmólogo una vez al año a partir de los 40, cada seis meses
a partir de los 50 y tres veces al año a partir de la sexta década de vida en
adelante.
Indicó que las cataratas que no son atendidas pueden complicarse y
derivar en glaucoma o vascularizarse; en los pacientes con diabetes es
necesario quitar las cataratas para poder explorar la retina y con ello tratar
la retinopatía diabética. Entre más temprano se opere una catarata, la cirugía
es más fácil, rápida, con mejores resultados y se disminuye el riesgo de
complicaciones.
Díaz del Castillo Martín reiteró que el Seguro Social tiene capacidad de
atender a todos sus pacientes con cataratas en todos sus hospitales, además de
que a través del Programa IMSS Oportunidades visita poblaciones alejadas a las
que se llevan los lentes, equipos y médicos especialistas para operar de 15 a
20 personas diariamente con este padecimiento.
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