- Lavarse las manos, desinfectar y lavar frutas y verduras, previenen la parasitosis.
- Es recomendable desparasitar a los niños cada seis meses.
Los niños acostumbrados a jugar con la tierra, llevarse cualquier objeto a la boca y no lavarse las manos antes de comer, son más propensos a contraer parasitosis del medio ambiente, aunque muchas veces será a través de alimentos, frutas y verduras regados con aguas negras o contaminadas con huevecillos de los parásitos, advirtió Mauricio Castillo Barradas, gastroenterólogo adscrito al Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional “La Raza”.
El especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social destacó la importancia de lavar, desinfectar y hervir correctamente los alimentos y las manos antes y después de ir al baño o de probar algún alimento.
La parasitosis es la infestación de diversos tipos de parásitos que pueden causar daños de acuerdo a su tipo o la agresión a la mucosa. Explicó que la parasitosis puede ser de dos tipos: por helmintos y por protozoos. Los helmintos son gusanos como: áscaris lumbricoide y la Tenia, mientras que del grupo de los protozoos están las amibas, entamoeba histolytica y giardia intestinali.
Las amibas en el intestino consumen los nutrientes de los alimentos y no dejan que el organismo los absorba; por ello, algunos niños presentan cuadros anémicos o desnutrición con falta de concentración o cansancio crónico.
El gastroenterólogo aclaró que los daños causados por los parásitos son variados y con afección específica, que puede reflejar dolor abdominal y diarrea; mientras que los de otro tipo pueden provocar hasta neumonía.
La áscaris puede emigrar hasta el pulmón o al conducto biliar y causar obstrucción; la Tenia (parásito), en cambio, puede emigrar hasta los ojos, el corazón o al sistema nervioso central, advirtió. No obstante, el parásito más común es la amiba, cuyos síntomas más comunes son nausea, dolor abdominal, vómito y diarrea.
En ese sentido, Francisco López Fuerte, jefe del servicio de Gastroenterología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional “La Raza”, explicó que la amiba produce diarrea con moco y sangre, lo que se llama disentería amibial.
Por ello, recomienda a los niños, por ser más propensos a este problema de salud, y a sus padres, lavarse constantemente las manos y realizar una desparasitación cada seis meses.
El especialista subrayó la importancia de no automedicarse, ya que la parasitosis debe de ser tratada por un médico, debido a que para cada parásito está indicado un medicamento pues no existe uno que los elimine a todos.
Reiteró la importancia de evitar el contagio mediante un lavado responsable de manos antes y después de ir al baño, lavar y desinfectar correctamente los alimentos, así como desparasitar a todos los miembros de la familia, incluidas las mascotas.
López Fuerte añadió que en las clínicas del IMSS se hacen exámenes parasitólogos para diagnosticar y dar el tratamiento adecuado a los derechohabientes, por lo que insistió en que se debe acudir a su médico ante los primeros síntomas.
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