- La cinta protagonizada por Mauricio Isaac y Alfonso Herrera se estrena con 150 copias el viernes 19 de agosto.
Cuenta el director Juan Carlos de Llaca (En el aire) que fue el 12 de julio de 2010 cuando inició la filmación de Así es la suerte y el 12 de julio de este año, estaba viendo la primera copia terminada de su tercer largometraje de ficción: “fue algo mágico, se completó un círculo perfecto, algo muy significativo para mi”.
Así es la suerte, que se estrena este viernes 19 en 150 salas mexicanas, es protagonizada por Mauricio Isaac (El infierno), Alfonso Herrera (Volverte a ver), Irene Azuela (El atentado) y Patricio Castillo (Los inadaptados), y muestra, en tono de comedia, cómo nuestro pasado influye en nuestra suerte presente. Les compartimos la conversación que Cine-Secuencias sostuvo con el director:
Así es la suerte representa tu regreso al cine después de haber dirigido Por la libre. ¿Por qué decidiste sumarte a la realización de esta versión de la argentina La suerte está echada?
Porque después de leer el guión original me di cuenta que a partir de esa historia podía crear una nueva, que me podía acerca a los temas que me interesan: el de la fraternidad, el de cómo lidiamos con nuestro pasado y cómo ese pasado nos pesa; y que podía hacer una película cercana al público.
Trabajé el guión durante año y medio, hice nueve tratamientos, lo tallereamos con Vicente Leñero, metí personajes nuevos. Si la gente ve las dos películas, se dará cuenta que son dos propuestas diferentes.
Detállanos sobre los temas que abordas en Así es la suerte:
Me interesa cómo nos relacionamos como seres humanos ¿quién no tiene un papá, una mamá o una historia familiar que no le haya dolido?, eso es parte de la esencia del ser humano y si tengo mucho resentimiento acumulado, influirá en mi suerte; ese es el tema central de mi película, la suerte relacionada con la sensación que tiene el personaje de su pasado, cómo podemos reelaborar nuestra propia historia y ponernos en paz con nuestras personas importantes; al entender, aceptar y superar nuestras circunstancias podemos andar hacia delante con una sensación mucho más ligera.
Y sobre la fraternidad, aquí tenemos a dos medios hermanos que no se han hecho nada malo, simplemente no se llevan bien por el papel que les tocó jugar en su esquema familiar.
La película tiene un elenco grande ¿cuál fue el mayor reto al trabajar con los actores de Así es la suerte?
Sí, fueron muchos actores los que participaron en la película, más de 50, y todos tienen diferentes procedencias. Ese es el reto del director, él tiene que amalgamar sus estilos para que el filme tenga un mismo tono pero es algo que disfruto: me encanta la parte visual, la parte formal pero también me gusta mucho dirigir actores, me puedo conectar fácilmente con su sensibilidad.
Yo hice el casting a los actores principales de la película y fue un placer llegar al set y darme cuenta que a los que escogí eran los ideales para la película, ver cómo enriquecían con su sello personal, el camino que les había señalado.
¿Cómo fue trabajar con un actor tan popular como Alfonso Herrera?
Yo no estaba consciente de la dimensión de la fama de Poncho porque no veo tele en mi casa; lo mandé traer 5 veces al casting y el siempre llegó con sus líneas aprendidas y escuchó todas mis indicaciones. Es un actor que siempre propone, que se modifica, eso es lo que tenemos que hacer como creativos, proponer todo el tiempo. Poncho es muy intuitivo, tiene una tremenda energía actoral.
¿Hay alguna anécdota del rodaje de Así es la suerte que recuerdes de manera especial?
Sí. Elegí a Patricio Castillo para interpretar al papá de Ramiro (Mauricio Isaac) y Guillermo (Alfonso Herrera) porque me encantó su casting, ya había trabajado con él anteriormente y lo respeto mucho como actor. Pero cuando estábamos filmando una escena en la que él confronta a uno de sus hijos, entendí porque lo había escogido: de manera inconsciente lo relacioné con mi padre que era delgado, narigón y hacía gestos parecidos a los que Patricio estaba haciendo en ese momento. Cuando esto sucedía, volteé a ver al fotógrafo, que es mi hermano (Esteban de Llaca), el sacó el ojo de la cámara y sin decirnos nada, ambos sabíamos que estábamos viendo a nuestro papá en el set.
Y en términos de producción ¿cuál fue el mayor obstáculo en la realización de Así es la suerte?
El desarrollo y la producción fluyeron muy bien, todo estuvo en tiempo y forma, la producción ejecutiva la llevó a cabo Pablo Martínez de Velasco, una persona con una experiencia brutal, que todo el tiempo estaba en el set resolviendo cualquier eventualidad y que a nivel creativo ayudaba mucho, siempre lo escuchaba.
Pero en la postproducción nos dimos cuenta que teníamos mucho material bueno, una vez editada la película, la dejamos reposar un tiempo y cuando la volvimos a ver nos dimos cuenta que estaba muy larga. Decidimos rehacer la edición para que la historia fuera realmente ágil y no perdiera ritmo.
¿A qué atribuyes el éxito en taquilla que están teniendo las comedias mexicanas?
Creo que la gente necesita pasársela bien, tiene que tener un respiro para estos tiempos tan agitados y difíciles. Pero el humor yo no lo busco como una estrategia comercial sino que es lo que ha marcado mi carrera, y en Así es la suerte buscamos conmover al espectador pero sin caer en la solemnidad.
Veo al humor como el vehículo perfecto para respirar una historia, independientemente de su profundidad, sin perder la ligereza. A mi lo que me interesa es divertir al espectador y proponer algo sobre la vida.
Por ejemplo, Molière no era el autor preferido del Rey Luis XIV sino Racine, quien hacía tragedias clásicas, sin embargo, las comedias del primero tienen mucho filo, son críticas, agudas. Hoy pocos recuerdan a Racine pero todo mundo sabe quién es Molière.
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