A lo largo del tiempo la mujer ha sido fuente de
inspiración de los poetas, pero también ha sido relegada y ha sido origen del
pecado mismo. Se le ha llamado por siempre el sexo débil, a pesar de que
también ha llegado a ser el sostén y fundamento del llamado sexo fuerte: los
hombres.
Ha logrado romper barreras y colocarse en una
posición importante en la vida productiva , pero hoy en día todavía enfrentan
una dura batalla por el reconocimiento en todos los ámbitos de su vida, sobre
todo el familiar, lo que ha traído como consecuencia la conformación de lo que
hoy llamamos el grupo de las mujeres “adas” (Sin “H”)
En este grupo, conformado por divorciAdas, casAdas,
separAdas, quedAdas, frustrAdas… pateAdas por la vida, nos encontramos con ese
tipo de mujer que, aunque exitosas, viven con un eterno vacío en sus vidas,
pues sienten que dan y dan y no reciben lo que ellas desean, que es entre otras
cosas, el reconocimiento, aceptación y admiración por el simple hecho de ser
mujer.
La Dra. Mirna Juraidini, especialista en
neurofisiología, señala que “toda mujer necesita, al igual que el hombre, SER
Reconocido, Aceptado, y apoyado por las personas que quiere sin que les importe
su estatus social, económico y físico o su modos vivendi, solo por el hecho de
SER Y EXISTIR, lo cual al no conseguirlo, las llena de frustración pues no
logran entender el por qué”.
De acuerdo a las investigaciones y comprobaciones realizadas
por la especialista en este tema, hay muchas circunstancias que no les permiten
alcanzar esa plenitud.
“Por ejemplo, las madres divorciadas, dejadas o
separadas sufren una serie de tensiones añadidas, pues tanto sus cargas
financieras como sus responsabilidades aumentan. Además, la madre divorciada no
sólo tiene que criar a sus hijos, sino también apoyarlos sin contar con ningún
apoyo emocional, sentimental y muchas veces económico.
“En el caso de las casadas, en muchas de ellas
existe un enorme grado de codependencia, lo cual les provoca ansiedad,
inseguridad, falta de decisión y por ende, el alejamiento o rechazo de los
hijos y/o el marido, sin saber en la mayoría de las ocasiones, que todo esto es
consecuencia de su ser y actuar en la vida, que muchas veces es provocado por
alguna vivencia del pasado… y en especial de su niñez”.
Afortunadamente, dice, en la actualidad existen
muchas terapias que les permiten entender el por qué a pesar de darlo todo,
terminan solas o sintiéndose solas aún estando acompañadas.
Una de estas técnicas es la “Ortografía cerebral”
(de la cual es creadora), que a través de la Neurofisiología, Ingeniería del
Pensamiento, Programación Neurolinguística y algunas otras técnicas que la
conforman, te ayudan a descubrir qué es lo que te hace sentir incompleta y qué
situaciones de tu pasado quedaron grabadas en tu cerebro y están afectando tu
realidad actual sin darte cuenta.
“Ortografía cerebral es como una pequeña cirugía
sin bisturí que abre tu cerebro y descubre todos estos errores ortográficos
instalados en tu cerebro y que no te permiten vivir a plenitud”, concluyó.
Para más información, visita la página www.ortografiacerebral.com
o a través del
facebook: ortografía cerebral y del twitter: @ortocerebral.
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