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- Protege tus pies cuando uses sandalias.
La llegada de la temporada de calor y el verano es la excusa perfecta para lucir los pies de las mujeres con uno de los calzados más frescos que existen, las sandalias.
Son pocas las integrantes del sexo femenino que se resisten al encanto de este calzado en sus diferentes modelos: con plataformas, pata de gallo, tacón alto, suela baja, en fin, una extensa gama que tiene por común denominador dejar descubierta la mayor parte del pie, la cual se expone a factores que amenazan su salud y belleza.
Los pies son una asombrosa estructura formada por 26 huesos unidos por numerosas articulaciones, músculos, tendones y ligamentos; que a diferencia de lo que comúnmente se piensa, requieren de toda nuestra atención pues se estima que una persona camina durante su vida, en promedio, cuatro veces la circunferencia de la tierra. Sin embargo, difícilmente las personas nos preocupamos por mantenerlos en óptimas condiciones si no presentan molestia alguna.
De acuerdo con el Dermatólogo Javier Ruiz, usar sandalias deja el pie desprotegido ante las agresiones del medio ambiente como contaminantes, polvo y agua, por lo que la piel que lo cubre puede agrietarse fácilmente, no sólo causando un desagradable aspecto, sino que favorece la aparición de lesiones e infecciones. Por ello, es necesario echar mano de una crema que hidrate y reestructure la barrera cutánea. Para prevenir y combatir la resequedad severa es indispensable aplicar un ungüento reparador de grietas como Bariéderm Fisuras para erradicar las lesiones y evitar que éstas se abran e infecten.
Los especialistas estiman que existen más de 60 trastornos que afectan la salud de los pies, algunos de los más frecuentes tras el uso de sandalias son:
- Callos: son una hiperqueratosis de la piel, es decir, una acumulación de capas de piel como reacción a un constante agente irritante. Se presentan sobre todo en la zona del talón o el dorso de los dedos como una respuesta, en el caso de las sandalias, al roce constante en una parte específica del pie.
- Durezas interdigitales: son lesiones que se forman en la membrana o pliegues que unen los dedos de los pies y que se producen especialmente por el uso de sandalias con “pata de gallo”.
- Excesiva transpiración y mal olor: una de las zonas del cuerpo donde existen mayor cantidad de glándulas sudoríparas es la planta de los pies, por lo tanto se puede presentar una excesiva transpiración. Cuando ésta entra en contacto con las bacterias encargadas de descomponer el sudor se produce el mal olor debido a las sustancias de desecho de los microorganismos.
- Grietas o fisuras: la piel de los pies suele ser más seca que el resto del cuerpo, lo cual al combinarse con el exceso de sudor la deja sin defensas para resistir las agresiones del medio ambiente, ocasionando que se deshidrate, pierda suavidad y se presenten grietas o fisuras, sobre todo, en los talones.
Si bien el uso de sandalias es absolutamente recomendable al dar libertad al pie y facilitar la transpiración, será necesario añadir algunos cuidados para preservar la salud de esta parte de nuestra anatomía:
- Evitar el uso de calzado sintético (es mejor el calzado de piel, ya que disminuye la humedad) y de preferencia no repetir los mismos zapatos dos días seguidos.
- Exfoliar por lo menos una vez a la semana el pie, para retirar las células muertas y evitar la formación de callosidades.
- Utilizar un emoliente e hidratante diario para mantenerlos saludables, evitar la pérdida de humectación y por lo tanto la aparición de grietas. Se sugiere utilizar una crema a base agua termal como Xémose que hidrata intensamente y reestructura la barrera cutánea calmando la piel y protegiéndola de agresiones externas.
- En caso de presentarse grietas o fisuras se pueden tratar con un producto a base de manteca de karité como Bariéderm Fisuras, que aísla la piel para permitirle su regeneración dejándola suave y lisa. Incluso, el uso continuo de este tipo de productos puede espaciar el tiempo entre pedicuras.
El Dr. Ruiz explica que además de las medidas preventivas arriba mencionadas, es importante estar alerta ante cualquier signo de infección ya que de no tratarla de manera inmediata puede hacer que ésta se acentúe y ocasione erosiones en la piel lo que llegaría a desencadenar afectaciones más profundas como úlceras o propagar la infección a otras áreas del cuerpo.
No olvides que unos pies bellos dan tanto seguridad como confianza, ¡cuídalos en esta temporada de calor!
Fuente:
Dr. Javier Ruiz y Dra. Patricia García, dermatólogos de Dermédica.
www.labo-uriage.com
Higiene del pie y del calzado; Enciclopedia Femenina Nauta
26/7/10
Luce unos pies bellos y sanos durante el verano
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