Ana y Manuela son dos hermanas ricas, educadas con las monjas del Sagrado Corazón de Jesús: son cuarentonas, casadas e insatisfechas, aburridas de su vida superflua. Un día deciden robar a la familia una obra de arte porque están cansadas de su situación familiar, pues una de ellas está atravesando por un divorcio muy sangriento y, la otra, en lo que aparentemente es un matrimonio idílico, a instancias de la menor, de la que está atravesando por el divorcio, convence a la hermana mayor de que le roben al marido (de esta última) una pieza muy importante de arte de su colección. El plan es robarle esta pieza de más de 40 millones de dólares. Con esto, las dos hermanas emprenden una aventura en la que el viaje físico para vender la obra se convierte en una marcha a su relación como hermanas, a la complicidad que han tenido a lo largo de su vida, a ese profundo amor fraterno y al llamado de la sangre que existe entre hermanos, con la particularidad de que hay una rivalidad subyacente, característica de muchísimas relaciones entre hermanas, porque siempre hay la posibilidad de que la madre o el padre hayan instigado voluntaria o involuntariamente una competencia entre los hijos: ese estigma de “tu hermano es mejor que tú” o “tu hermana se casó con un partido mejor que el tuyo” “cuál es la más guapa” “quién tiene mejor partido” “cuál tuvo una mejor oportunidad de trabajo”, una serie de satisfactores a los cuales les damos de repente más importancia de la que tiene.
Lo que sigue es un viaje a los bajos fondos del mundo donde se trafica tanto con pinturas originales como falsificadas .La Culpa es del espejo refleja los deseos ocultos de quien en él se contempla, hasta revelar sus más bajas pasiones. En esta novela el espejo es, también, el catalizador, el acelerador y el chicote de una relación en la que se aparente lo que no es. Esa es más o menos la trama de la novela.
Felipe Fernández del Paso ha escrito una divertida y mordaz visión sobre la mujer, el parentesco y la amistad. Con esta novela, el nominado al Óscar por la película Frida incursiona en la literatura mexicana sin el más mínimo sentido de la seriedad.
Del cine a las letras
Felipe Fernández del Paso estuvo nominado hace algunos años como diseñador de producción a un Óscar por la película Frida, filme de JulieTaymor estelarizado por Salma Hayek. “Vengo del cine después de hacer muchos largos metrajes, haber transitado por el teatro y ha trabajado con mucha regularidad en el teatro, y ahora aterrizo en medio de las letras en la que parece que es un medio celoso, hermético y difícil de penetrar, pero yo irrumpo en medio del escenario con esta novela divertida, ágil, amena, llena de suspenso y, como dice mi editor, sin el más sentido de seriedad y como una bocanada de aire fresco. De hecho, es una novela de humor negro porque la situación límite que las hermanas se ponen por su inconciencia, por su arrojo las vuelve blanco de situaciones muy divertidas, y en las cuales trato de explorar a través del humor, algunos rasgos y algunos gestos de la sociedad, siempre respetuosamente, pero siendo incisivo. Las hermanas llegan hasta Argentina a vender la obra, que es en donde han encontrado un comprador o traficante que luego la va a colocar en Europa, pero son tan ingenuas y tan sonsas que la sacan del país como si fueraun poster, sin saber que el tráfico de arte está penado, y ellas acaban de cometer un delito muy penado y no se han dado cuenta, sobre todo, porque hacen una copia del original que es la que dejan colgada en el espacio donde han sustraído esta pieza.”
Trayectoria
Nacido en la ciudad de México, Fernández del Paso, destaca su colaboración en el cine con Robert Rodríguez (Pistolero, Del crepúsculo al amanecer) y John Sayles (Menwhithguns, Casa de los Babys). El autor ha dirigido obras de teatro como el Graduado, Cabaret. Una de las cosas que más le gustan del teatro es dirigir comedia musical, ha hecho varios musicales, y en la actualidad está adaptando una obra para estrenar el próximo año, todavía no puede decir cuál es, pero ya está trabajando en un proyecto y también ha hecho muchos shows musicales. También le gusta mucho la forma de contar historias, bien sea del teatro, del cine o del espectáculo, siempre y cuando se logre transmitir una idea y una historia, y que el público se lleve un momento de reflexión y, sobre todo, que salga satisfecho.
El escritor comentó que Salma Hayek es una mujer muy hermosa que refleja de su interior todo lo que hace y además es una mujer admirable, es una mexicana muy trabajadora y él como mexicano y como su amigo se siente muy orgulloso de todos sus logros y de su calidad humana.
Por: Héctor Medina Varalta
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