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Ø Sin meternos en el eterno dilema de quién fue primero: el huevo o la gallina; es importante saber cómo mantener este alimento fresco por mucho más tiempo.
Perteneciente a la canasta básica, el huevo se volvió indispensable en la cocina, y especialmente en la repostería, durante la época romana. Pero fue hasta la primera mitad del siglo XX que se identificaron la mayoría de las vitaminas y aminoácidos, clasificándolo como alimento protector de la salud lo que valió su inclusión en la canasta básica.
Los huevos se pueden clasificar en función del color de la cáscara en blancos, amarillos o pardos. Este aspecto únicamente depende de la raza de la gallina y no afecta en absoluto al valor nutritivo ni a la calidad del huevo. Existen 3 categorías para su consumo. La categoría A son huevos frescos con la cáscara normal y completamente limpia. Los huevos de la categoría B son frescos refrigerados y conservados, son de buena calidad aunque presentan pequeñas manchas en la cáscara. La categoría C no está destinada para su consumo, pero sí se usan en la industria alimenticia como materia prima.
Para saber si un huevo es fresco basta con tocar la cáscara, si se
siente áspera, ¡cómpralos! Pero si se siente lisa y brillante, seguramente ya están pasados. Otra manera es sumergiéndolos en agua con sal, si se hunde es del día, sino mejor no te arriesgues. Existen ciertas condiciones para mantenerlos en perfecto estado; deben colocarse con la punta hacia abajo y en refrigeración, esto prolonga su vida de 7 a 10 días, conservando todas sus propiedades nutritivas.
Aunque algunos refrigeradores cuentan con un espacio para su colocación, utilizarlos no es del todo aconsejable puesto que absorben los olores de otros alimentos. Lo más recomendable es guárdalos en un recipiente tapado, no en la caja de cartón en la que vienen y no por más de 3 semanas. La línea de contenedores Lock & Lock cuenta con un recipiente de plástico ideal para conservar el huevo mucho más fresco, aún a temperatura ambiente. Estos utensilios cuentan con un cierre hiperhermético a los 4 lados y tiene una capacidad para 10 huevos, es semitransparente, higiénico y muy durable.
Ahora sí, ¿qué fue primero? Pues bien, tomando argumentos biológicos y evolutivos de especialistas ingleses en genética evolutiva de la Universidad de Nottingham, el huevo fue primero, ya que el material genético no se transforma durante la vida del animal, por lo que la primer ave que en el transcurso de la evolución se convirtió en lo que hoy conocemos como gallina existió primero como embrión en el interior de un huevo.
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6/9/07
El huevo o la gallina
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