El reflujo gastroesofágico agrava episodios de asma

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• El otoño es la temporada en que se incrementan los episodios de asma en México
• El 70 por ciento de los asmáticos presentan enfermedad por reflujo
• Los IBP no inhiben la acción de los broncodilatadores, asegura experto.

Ciudad de México, 29 de septiembre de 2009. La entrada del otoño es la temporada en que las crisis de asma se incrementan en todo el país, debido a la cantidad de alergenos que se encuentran en el medio ambiente y las cuales se pueden agravar si la persona presenta enfermedad por reflujo gastroesofágico mal atendido.

El Dr. Francisco Huerta, especialista de la Asociación Mexicana de Gastroenterología (AMG) explica que estudios a nivel nacional señalan que alrededor del 70 por ciento de los adultos que tienen asma, llegan a tener enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).

“El reflujo puede agravar los episodios de asma, porque el ácido actúa como un alergeno cuando ingresa a las vías respiratorias; esta irritación ocasiona que el paciente tenga mayor número de broncoespasmos y con una duración más prolongada”, comenta.

La ERGE es un padecimiento que se presenta cuando el contenido gástrico se regresa al esófago. Los síntomas de la ERGE incluyen por lo general ardor desde el estómago hacia la garganta, regurgitación y malestar estomacal (nausea, dolor y sensación de vacío), entre otros.

Esta enfermedad es muy común entre los asmáticos porque algunos broncodilatadores relajan el esfínter inferior del esófago y favorecen que el líquido gástrico regrese con mayor facilidad, ocasionando que los episodios de asma se hagan más frecuentes.

El Dr. Huerta comenta que a pesar de ser una enfermedad asociada, no significa que todos los que presentan asma tengan ERGE ni viceversa; estudios internacionales señalan que entre 30 y 40 por ciento de las personas con reflujo tienen asma.

Para saber si una persona con asma tiene ERGE existen actualmente estudios que ayudan al diagnóstico como la pH-metría tradicional, que mide la cantidad de ácido en el estómago, y estudios de la motilidad esofágica que ayudan a determinar el buen funcionamiento del esófago para descartar el reflujo.

El gastroenterólogo afirma que es muy importante tratar ambas enfermedades para mejorar la calidad de vida del paciente asmático y para ello actualmente los inhibidores de la bomba de protones (IBP’s) han logrado un control efectivo de la ERGE con la ventaja que se puede combinar con el broncodilatador, sin disminuir el efecto de ambos fármacos.

Finalmente, explicó que para los niños con asma ya existen medicamentos con presentaciones y dosis adecuadas de IBP, por lo que la mamá debe preguntar a su pediatra o especialista si puede utilizarlo con su broncodilatador.

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