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30/1/14

Moctezuma Xocoyotzin, entre la espada y la cruz

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Por Héctor Medina Varalta


Guadalajara, Jalisco. Moctezuma Xocoyotzin, Entre la espada y la cruz, es la novela que Antonio Guadarrama presentó en la FIL 2013. Duante la presentación del libro, el escritor expuso que el objetivo de esta novela es ir contracorriente, ya que es lo que se nos ha enseñado durante tantos años: un Moctezuma cobarde, a Hernán Cortes que era un bárbaro, que mataba al que se le ponía enfrente y que los mexicas eran idolatras y veían a Hernán Cortés como un dios, pues esperaban la llegada de Quetzalcóatl, lo cierto es que no era así el asunto. Moctezuma no era un cobarde, ni veía a Cortés como a Quetzacóatl, ni veía a los españoles como dioses. En México Technotitlan no existía el título de tlatoani-el que habla, orador-tenían que competir, había una lección entre sobrinos hermanos, primos del Ttlatoani difunto. Las características que buscaban para el futuro tlatoani era: que fuera un militar, sacerdote o algo importante en su religión y que fuera un hombre culto. Nos han dicho siempre que Nezahualcóyotl, el rey poeta, pero la gente se imaginaba a un Octavio Paz del siglo XIII, pero no es verdad, ya que todos ellos-los tlatoanis- eran poetas porque era parte de su educación.


Viendo con los ojos de Moctezuma
Al preguntarle por qué razón Bernal Díaz del Castillo no menciona para nada en su libro La verdadera conquista de la Nueva España,  la famosa derrota de la noche triste, contestó:  La probabilidad de que Hernán Cortés se detuviera a llorar a esas alturas es muy remota, lo que sucedió es que lo iban persiguiendo. A la mejor se detuvo a descansar para tomar un respiro, pero a llorar no lo creo, es un mito. Eso no es raro, ya que México está lleno de mitos. No obstante, la novela no trata sobre la Conquista de  México, porque Moctezuma muere antes de esto. Lo que hace la novela es narrar desde el nacimiento de este personaje hasta su muerte. Hernán Cortés aparece en la novela, pero de una forma opaca. Lo que pretendo es que el lector piense y sienta como Moctezuma, porque para entender todo esto, hay que ignorar lo que él ignoraba. En la actualidad se hablan tantas cosas de la conquista como "si eran 400 ¿por qué no los mataron si era tan fácil?" No sucedió así, porque ya conocemos muchas cosas, pero si lo viéramos desde los ojos de Moctezuma, lo que son los arcabuces, las casas flotantes, palos que lanzan fuego, era impresionante para ellos; la pólvora y el hierro son cosas que no existían. Además, los caballos no los conocían. 


Código de honor
Es falso que los vieran como dioses o que fueran parte del caballo; sabían que era un animal fácil de dominar. Por supuesto, pelear con los españoles montados en caballo no era cosa fácil, pues una patada mata o rompe las costillas. Por otra parte, para iniciar la guerra los tlatoanes enviaban a un embajador para que la declarara: "En nombre de mi tlatoani te vengo a declarar la guerra, y por ello te traigo macahuitles, arcos, flechas, escudos, lanzas, comida, mujeres y cargadores, porque el día que tú pierdas la guerra, no digas que la perdiste porque estabas desarmado, cansado o débil." Era un código de honor. Además, la intención de la guerra era capturar, no llegar a matar. No mataron a Hernán Cortés, pues su intención era capturarlo. Moctezuma  no sólo le envió oro a Cortés, sino alimentos,  armas, mujeres, pues vuelvo a repetir, era un código de honor; hay un momento en el que Hernán Cortés está sitiado afuera de Tlaxcala, ya casi lo matan, ya que lo dejan encerrado por varios días, él hubiera muerto de hambre y sed en dos o tres semanas, pero lo que hicieron los tlaxcaltecas fue mandarle armamentos, comida, agua y mujeres para que le hicieran de comer.
Considero que ya es justo que rebasemos de entrada ese rencor por la conquista; hay gente que sigue sintiendo odio por los españoles, eso ya pasó. Además, nosotros no somos esos mexicas que ahí fallecieron; nosotros somos descendientes de Cortés y de Moctezuma aunque no nos guste.

No creer todo lo que está escrito
De acuerdo al autor, el mito de que los españoles fueron confundidos por dioses, se debe a que éstos confundieron la palabra tecutli--que significa señor y en cuya fonética el sonido de cu casi no se escuchaba o entendía para el oído castellano, dando un sonido de u-- por la palabra teul. Al preguntar por significado de la palabra teul los mexicas que les dieron la traducción creyeron que se trataba de teotl, que designa a un dios. Entonces los conquistadores creyeron que los habían confundido con dioses, escribiendo en sus crónicas que les llamaban teules, lo cual es completamente falso, pues cuando ellos llegaron, Moctezuma y todos los mexicas ya sabían que no eran dioses.
El libro tiene una amplia bibliografía, la mayoría de Editorial Porrua. Afortunadamente, esta editorial se ha dado tiempo de editar estos libros a pesar de que no tienen mucha demanda, pero la gente que los necesita, como en mi caso, sé que los puedo encontrar en Porrua. También me voy a los libros de viejo en el Distrito Federal y también los encuentro ahí. Me he encontrado con muy buenas joyas.
Por último, Guadarrama sugirió que los lectores se hagan el hábito de pensar, juzgar y creer, pues en México nos educan para no juzgar lo que ya está escrito y no poder decir, "¿por qué no pudo ser de otra forma?" Afortunadamente, los libros nos enseñan a eso a juzgar y a creer o no creer en lo que queramos.

Si quiere contactarse con el autor lo pueden hacer en FaceBook o en Twitter escribiendo su nombre.  


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