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10/9/12

Exposición Asesinos Seriales, Centro Cultural El Refugio, Museo Pantaleón Panduro, primera parte

Bienvenidos al Sitio Web www.informanet1.com Director General: Erasmo Martínez Cano… Comentarios y sugerencias: Editor: Erasmo Martínez / Javier Tlatoa ( portal@informanet1.com ) ( erasmocano@gmail.com ) Informanet Videos


San Pedro Tlaquepaque, Jal. La exposición “Asesinos seriales”  estuvo presente durante seis meses en las salas comerciales del Museo Pantaleón Panduro ubicado en la calle Prisciliano Sánchez número 191 en el centro histórico de San Pedro Tlaquepaque, Jal.Esta exhibición muestra las terroríficas historias de más de veinte asesinos seriales. Estetérmino fue acuñado, por el agente especial del FBI Robert Ressler en la década de 1970, aunque había sido definido muchos años antes. Se tiene constancia de que el inspector policial alemán Ernst Gennat utilizaba ya este concepto en 1930. De acuerdo al FBI, un homicida en serie, es una persona que asesina a tres o más personas en un lapso de un mes o más, dejando un periodo de "enfriamiento" entre cada asesinato, y cuya motivación se basa en la gratificación psicológica que le proporciona dicho acto. Los asesinos seriales están particularmente motivados por una diversidad de impulsos psicológicos, sobre todo por avidez de poder y apremio sexual. Los crímenes suelen ser llevados a cabo de una forma análoga y las víctimas a menudo comparten alguna particularidad.

John Wayne Gacy. el payaso diabólico
La primera cosa que golpeó a los investigadores fue un olor a rancio que se percibía en una habitación, un olor a carne humana que estaba en descomposición, intrigados los agentes realizaron una investigación en la parte inferior de la casa. El espectáculo que encontraron fue horrible: una docena de cadáveres putrefactos y esqueletos humanos estaban esparcidos en la habitación; la carrera de John Wayne Gacycomienza en 1962 y sigue sin parar hasta 1978. Las víctimas, todos de edad cumplida de los 9 a los 27 años llegan a un total de 33 víctimas. Detenido por primera vez en 1968 acusado de violación sexual que terminó con su matrimonio. Pasó un periodo de detención, pero John, hombre enérgico y lleno de recursos, estimado y apreciado en el ambiente aristócrata se ganó una vez más una posición de absoluto respeto, llegando a ser un activista del partido demócrata. Dedico gran parte de su tiempo, dedicándose a realizar actos de beneficencia, disfrazándose de payaso, sin embargo, detrás de la sonrisa ocultaba una tristeza muy profunda. La detención de Gacy fue posible a un vecino, un adolescente de 15 años a quien le había ofrecido un trabajo de verano en su empresa editorial, desapareció. La policía fue a ver a Gacy para investigar la desaparición de joven y reconocieron el olor repugnante (sus vecinos se habían quejado del olor, pero John les decía que tenía descompuesta la cañería) que venía del sótano, John afirmaba que no era el autor de los homicidios, declaró que habían sido realizados por la mente salvaje de sí mismo, de nombre Jeft.

Reconstrucción de los rostros
Los psicoanalistas sostenían que estaba intentando demostrar que tenía doble personalidad. El jurado lo condenó a 21 condenas y 12 sentencias de muerte. Las apelaciones de última hora no fueron capaces de parar la ejecución de John Wayne Gacy, quien murió a través de una inyección letal el 10 de mayo de 1994. Por el avanzado estado de descomposición de las víctimas de Gacy, muchos cuerpos necesitaron la reconstrucción de las caras para poder llegar a la identidad. La técnica de la reconstrucción de la fisonomía de un rostro está basada en un principio del cráneo y de los tejidos que lo forman; la reconstrucción de la cara en tercera dimensión comienza poniendo un cierto número de palitos de anchura y altura variable en cada parte restablecida del cráneo. Los palitos representan el grosor medio del grosor medio del tejido blando. La mayoría de las dificultades se presentan cuando se intentan realizar partes de la cara como la nariz, los labios y las orejas, que no se apoyan directamente a la estructura ósea.

Perfil físico del criminal, de acuerdo a Lombroso
Muy pocos saben que en Italia nació la criminología, Ezechia Marco Lombroso, mejor conocido con el pseudónimo Cesare Lombroso, docente de medicina y psicoanalítica de la Universidad de Torino, se dedicó al análisis del crimen, creando la antropología criminal, una nueva disciplina científica. Lombroso basó sus teorías a través del estudio, medida y comparación de cráneos de delincuentes, reproduciendo con cera las exactas facciones del criminal para poder estudiar con cuidado las peculiaridades. Se cuenta que para hacer este macabro archivo, Lombroso profanó y saqueó muchas tumbas, en algunos casos poniendo bajo formol los cráneos. Esta lúgubre colección aumentó con los años: cráneos normales, cerebros deformes y reproducción de rostros invadían el consultorio de Lombroso. En 1876 publicó sus estudios “Una piedra angular en la criminología, el hombre delincuente”, en la cual la famosa teoría afirma que los criminales representan el nivel más bajo de la escala evolutiva, comparable con los pueblos primitivos y los animales. “Los delincuentes son así por naturaleza-escribió-y son caracterizados por un cráneo pequeño, nariz aguileña, frente alta, pómulos prominentes, mandíbula saliente, ojos y cabello oscuro, orejas grandes, poca sensibilidad al dolor, altura y peso superior, así como tatuajes en el cuerpo. A través de la medida y de la observación de estas características, Lombroso sostiene que es posible individualizar con absoluta certeza a los delincuentes. Estos sujetos deberían ser considerados una amenaza para la sociedad, porque el aspecto indicaba que antes o después  cometerían acciones criminales. En 1893, amplió sus estudios publicando “La mujer delincuente”, el primer libro de criminología femenina. Los estudios antropológicos confirmaron en la presencia de la mujer las mismas anomalías físicas del hombre criminal y afirmaron que la maldad de una mujer puede superar a la del hombre. Las teorías de Lombroso pueden hoy parecer simples y anticuadas, pero han contribuido a engrandecer el campo de las investigaciones policiacas, incluyendo la naturaleza del delincuente para comprender las causas de un crimen.

Albert Fish, el vampiro de Brooklyn
El 28 de mayo de 1928, un anciano con apariencia tranquila se presentó en la casa de la familia Budd. El viejo los conquistó de inmediato, pues lo invitaron a comer, además, le permitieron que llevara a una hija de 10 años a una fiesta en la ciudad, sin embargo, no los volvieron a ver jamás. El caso causó sensación y la identidad del secuestrador quedó por mucho tiempo en el misterio. Seis años después de este día, la familiaBudd recibió una carta anónima que había enviado el asesino, decía que había llevado a la niña a una casa abandonada donde la había dejado recogiendo flores, mientras él se quitaba la ropa. La pequeña al encontrarse con un hombre desnudo comenzó a gritar e intento escapar, pero el anciano la estranguló, luego cortó el pequeño cuerpo en trozos para comérselo. En la macabra carta, el asesino narra como el pequeño trasero de la niña cocinado al horno con cebollas, zanahorias y tocino tenía un sabor delicioso. La policía pudo localizar al remitente de la carta, Albert Fish. Inmediatamente después del arresto fue visitado por un famoso psicoanalista de New York, el médico quedó pasmado por la apariencia inmuta de médula y cortés del viejo, detrás del cual se encontraba un ser de indescifrable crueldad. Durante el interrogatorio, el hombre muy rápido advirtió haber asesinado a 400 pequeños inocentes y confesó haber viajado a través de 23 estados para devorar niños de cada parte de Estados Unidos. Albert Fish nació en 1870 en una situación de extrema pobreza, criado en un orfanatorio, fue un niño problemático. En la edad adulta, se casó cuatro veces y tuvo muchos hijos, su existencia fue un continuo oscilar entre aparente normalidad y locura homicida, practicó el sadomasoquismo, la pedofilia y lacoprofagia (la ingesta de excrementos humanos).

Sadomasoquista
El placer por el dolor, lo llevó a buscar nuevas fronteras: se introducía en el recto tapones d algodón impregnados de alcohol para prenderles fuego. Así como tenía el hábito de introducirse agujas de varias dimensiones en los genitales, en el ano y en el escroto. Algunos habían sido introducidos tan profundamente que ya no podían salir; las radiografías de la parte pélvica y abdominal del criminal confirmaban la presencia de 29 agujas, corroídas y oxidadas por el tiempo. Durante el proceso, el “Vampiro de Brooklyn”, como había sido nombrado, describió con lujo de detalle sus actos de canibalismo, y como un hábil cocinero describió los ingredientes necesarios y las técnicas para preparar un buen plato de carne humana. A pesar de la gran locura mental de Fish, el jurado decidió para él una pena definitiva: fue el condenado más viejo en la silla eléctrica del penitenciario de Cincinnati. El vampiro de Brooklyn fue ajusticiado el 26 de enero de 1936, a la edad de 66 años. De acuerdo a las palabras de un testigo, fueron necesarias dos descargas para ejecutar la condena, difundiendo así la leyenda de un corto circuito del aparato, causado por las agujas que fish tenía en su cuerpo.
Si los investigadores de su tiempo hubieran tenido la habilidad de utilizar las huellas digitales, la identidad del Vampiro de Brooklyn hubiera sido desenmascarada antes de que la lista del homicidio llegara a ser larga y dramática. Las huellas digitales encontradas en la escena de un crimen vienen puestas en un banco de datos llamado AFIS, un sistema de catalogación. En el caso de que las huellas no sean visibles, se utilizan productos químicos para encontrar los rastros dejados por el homicida. Una vez encontrada la huella, el paso siguiente es la evaluación; el resultado viene comparado con un banco de datos para verificar una posible igualdad de individuos sospechosos.

Por: Héctor Medina Varalta


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