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26/10/09

Con neuroestimulador cerebral, IMSS ofrece mayor calidad de vida a pacientes con Mal de Parkinson

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- 4 millones de personas en el mundo lo padecen y más de 40 mil en México.

- Mejorar la calidad de vida y controlar las manifestaciones clínicas para una pronta reincorporación a sus actividades, objetivo principal.


Con el fin de mejorar la calidad de vida en pacientes que sufren Mal de Parkinson, enfermedad que padecen más de 40 mil personas en México, casi todas mayores de 60 años de edad, especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) realizan tratamiento mediante estimulador cerebral, también conocido como neuroestimulador.

El doctor Gerardo Guinto Balanzar, jefe de Neurocirugía de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, dijo que esta cirugía es útil para controlar temblor, rigidez y lentitud en los movimientos de pacientes que no responden satisfactoriamente al tratamiento farmacológico.

Durante la operación, el cirujano determina en qué núcleo del cerebro coloca el electrodo; es decir, en alguno de los centros cerebrales donde se genera la dopamina; dicho electrodo se conecta a una batería que se instala debajo de la piel a la altura de la clavícula -misma que tienen una vida útil de cinco a 10 años-. El estimulador generará microimpulsos eléctricos para inhibir los núcleos que están alterados.

La cirugía, explicó el doctor Guinto Balanzar, es de bajo riesgo y se efectúa con anestesia local; no requiere de mucho tiempo de recuperación. Implica la realización de un orificio pequeño en el cráneo, en un sitio estratégico que se elige mediante imágenes procesadas por computadora.

Por lo que hace a la selección de candidatos a la cirugía, el Seguro Social cuenta con un consejo integrado por neurólogos, neurocirujanos, anestesiólogos, psicólogos y psiquiatras, quienes analizan el caso y deciden qué paciente es el idóneo para la colocación del neuroestimulador.

El especialista aclaró que esta herramienta puede regularse a través de un control magnético externo, siempre bajo la asesoría del grupo médico tratante. Con éste se reduce gradualmente la dosis de medicamentos y se proporciona una mejora en la calidad de vida del paciente, que coadyuva en la reincorporación satisfactoria a sus actividades.

Se han realizado investigaciones en el mundo en busca de una cura para los cuatro millones de personas que padecen mal del Parkinson; sin embargo, únicamente se han diseñado tratamientos temporales que ayudan a disminuir los efectos que éste provoca.

Éstas han permitido establecer también que la aparición del Parkinson se origina en la deficiente producción, síntesis y liberación de dopamina, sustancia que se encuentra en ciertas células del cerebro y que interviene en la coordinación de movimientos y equilibrio.

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