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Por: Héctor Medina Varalta
Aunque la medicina avanza a pasos agigantados, a veces hay momentos de tranquilidad; no hay muchas novedades, ni trabajos de investigación que se estén realizando cosméticamente. No obstante, se siguen fabricando aparatos para tratamientos no invasivos como la radio frecuencia y el láser. Pero, definitivamente hablando de tratamientos no invasivos o microinvasivos, refiriéndonos a tecnología y aparatología cosmeto-médica, hacen que la gente solicite los tratamientos de Botox y de ácido hialurónico (rellenos) pues la gente en este momento se encuentra en condición económica de muchas precauciones.
La Dra. Mónica Garzón, una de las mejores cirujanas plásticas de Guadalajara, refiere que los pacientes tienen conciencia de qué a veces menos es más, sobre todo, hablando de la cirugía facial. Por otra parte, en la cirugía de contorno corporal los defectos no se notan, pero en la cirugía facial, obviamente, en cualquier mínimo defecto pasa a ser una complicación mayor para mucha gente que no acepta ese defecto, y también en esa tendencia la gente está aprendiendo a ser un poco conservadora en los procedimientos que solicita para hacerse en el rostro.
El Botox sigue siendo el rey
Definitivamente, hay mucha gente que aún estando operada también requiere seguir haciéndose pequeños procedimientos auxiliares para mantener mejorar los pequeños detalles que no se pudieron corregir quirúrgicamente. Y en esto, la Dra. Garzón considera que los dos productos van a seguir siendo: la toxina butolínica y los rellenos. Hay muchos tabúes, mucha controversia, pero afortunadamente en cuestión de la toxina butolínica, no hay mucho que decir: el Botox sigue siendo el producto rey, el más conocido y el más experimentado. “Cabe mencionar-menciona la guapa cirujana plástica-, que se tiene 18 años produciendo toxina butolínica en México y aunque han salido otras opciones, competitivamente en precios son muy parejos, yo prefiero el Botox.”
Aplicaciones y usos muy definidos
En términos generales, el Botox sigue siendo una sustancia económicamente muy accesible, pero hay que tener en cuenta que tiene aplicaciones y usos muy definidos. “Desde mi punto de vista y experiencia-señala Garzón-como más me gusta usarlo es para la mitad superior de la cara, es decir, para el tratamiento de arrugas en la frente, para las patas de gallo, para el tratamiento de ceja caída, para el tratamiento de las arrugas nasales y para el tratamiento de las arrugas del entrecejo. En función de la parte inferior de la cara y el cuello, a mi, en lo personal no me gusta usarlo porque siento la disminución de movimiento en esa zona o si trae un trastorno importante en la expresión. En función de lo que es el uso de otras sustancias, el Botox no está peleado con otras sustancias. Yo hago muchos procedimientos con Botox en la parte superior de la cara y rellenos en la parte inferior de ésta. Desde mi punto de vista muy personal, da muchos mejores resultados y muchos más naturales con muy bajo índice de complicaciones.”
Ácido hialurónico, otro producto rey
La controversia es que hay muchas marcas y bastantes tipos de rellenos. Por esto, es muy importante que la gente haga un análisis para tomar la decisión correcta. La principal obligación del paciente es siempre preguntar, pues una mayoría se inclina por lo más barato; el caso no es así, pues hay sustancias y cosas que simplemente no pueden ser. Algunas personas se dejan llevar por la opinión de terceros pues escuchan: ‘Es que fui a un lugar donde me inyectaron una sustancia en los glúteos y me salió en 15 mil pesos medio litro en los dos.’
“Esto es imposible-enfatiza Garzón-porque de las sustancias que conocemos y que son muy comunes en su uso es el ácido hialurónico que hay de diferentes densidades. Es como decir, utilizamos una gelatina medio líquida, una muy espesa y la otra totalmente cuajada. También el ácido hialurónico sigue siendo el producto rey en el uso de los rellenos, sobre todo en la cara. Pero, hablando en promedio de lo que es el ácido hialurónico, se está hablando de 2, 5 o 6 mililitros en el rostro. Definitivamente, es tan costoso como una cirugía porque en promedio 2 mililitros de dos de las marcas más comerciales más comunes de ácido hialurónico están en promedio de 350 dólares el más económico, y varias densidades de la misma cantidad hasta 450 dólares. Cuando alguien me dice que le pusieron 450 mililitros de ácido hialurónico, estoy absolutamente segura de que no es cierto.”
Alcamid
Existe un producto italiano llamado Bio-alcamid, es una sustancia 
que se usa en volúmenes moderados: 10, 15, o 20 mililitros, pero volvemos al punto inicial: 10 mililitros deben tener un costo aproximadamente de 600 o 700 dólares, no es tan barato. Sin embargo, da muy buenos resultados en pacientes que han perdido mucha masa de grasa, como los pacientes con mini-atrofia facial. Es decir, han perdido la masa de grasa de la mitad de la cara, o de alguna región de la cara, o los pacientes inmunodeprimidos que también es muy común la pérdida de volumen en grasa. Este producto se aplica con un poco de anestesia local, definitivamente tiene excelentes resultados y tiene una baja tasa de reabsorción.
El ácido hialurónico en promedio se le puede prometer al paciente una permanencia de 6 a 18 meses. El alcamid es una sustancia que tiene una permanencia mayor.
La Dra. Garzón tiene pacientes con seguimiento de alcamid de 5 años; un tercer producto que ha estado muy de moda y que ha estado en boca de todo mundo son los acrílicos o acrilatos, unas moléculas de alto peso que se utilizan sobre todo con una sustancia sedental, más que gel, es un líquido espeso que se aplica en tejidos. Esta sustancia es parecida ala que utilizan los dentistas para hacer moldes, es la misma sustancia que se usa para sementar las prótesis que se aplican en los huesos o para sementar implantes dentales. Es más bien, una sustancia resinosa que se hace dura, pero que puede tener un alto índice de complicaciones.
Grasa en la cirugía
La cutracción, que puede sonar rara, es la grasa del paciente. A la Dra. Garzón le gusta usar grasa, pues tiene seguimiento de pacientes que les ha filtrado poca o mediana grasa en la cara, y hasta 6 años después de la aplicación siguen permaneciendo con los mismos simonios. Hay pacientes con secuelas de acné, con delgadez extrema en la que todavía puede encontrase una lonjita en la que se pueda extraer la grasa, pacientes con muchas arrugas, con piel muy delgada en la que el proceso quirúrgico como la retinoplastía no es suficiente para los surcos, las arrugas, los pliegues, las arrugas de la coyuntura bucal, las arrugas del entrecejo, las arrugas de las mejillas, efectos de este tipo en los que el volumen es importante y se utiliza mucha grasa y a nuestra entrevistada le da muy buenos resultados.
Promedio de duración del Botox
Definitivamente, los pacientes tienden a utilizar estos procedimientos porque una de las bases fundamentales para usar tanta toxina butolínica como materiales de relleno, es que son más accesibles que un procedimiento quirúrgico. En el caso del Botox, se sabe que tiene un promedio de duración entre 4 a 6 meses cuando mucho. A un paciente se le va a aplicar Botox cuatro veces al año, con un costo de 4 mil pesos cada una y a lo mejor una cirugía le sale en 16 o 20 mil pesos. La misma cantidad en la que realmente en proporción de un par de años se empareja con el costo de la toxina.
En algunas ocasiones, la Dra. Garzón utiliza los rellenos para corregir defectos de cirugía, pues al paciente tal vez le limaron más un hueso del lado de la nariz o quizá le quitaron un poco más de cartílago de un lado o le falta un poco de producción a la punta de la nariz, o tiene el comienzo de ésta muy baja.
Estar segura quién se lo aplica
Desde el punto de vista de la atractiva cirujana plástica, la situación económica actual sigue tambaleante. Sin embargo, mientras que la gente siga siendo cautelosa en sus compras pero quiere seguir siendo bonita, definitivamente va a haber mayor tendencia a seguir utilizando estos productos. En función de la acción de la toxina butolínica, la ojiverde cirujana considera que no hay comparación con otros procedimientos: es algo que da resultado inmediato, no hay hinchazón, no hay edema, no hay rechazo, y lo más importante, no se corre ningún riesgo.
A Garzón le ha tocado atender pacientes que les han aplicado mal la toxina butolínica, pues las han dejado con secuelas de parálisis facial (de los párpados) o parálisis del labio parciales o parálisis de los músculos del cuello de los cuales se pierde la expresión de la parte inferior de la boca. “Es decir-concluye nuestra entrevistada-, es que aplicada incorrectamente o en cantidades abusivas, el paciente puede tener complicaciones. Considero que la gente debe de estar bien informada, saber cómo se lo aplican, en qué cantidad, cuál puede ser el efecto que se puede esperar y cuáles son las complicaciones que puede tener”.
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8/3/10
El Botox y el ácido hialurónico siempre a la vanguardia
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