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4/1/15

Eduardo Aguilar Kubli presentó en la FIL Sácate un 10 Educando a tus hijos

Por Héctor Medina Varalta


Tener una mente positiva no es una 

opción, es la opciónJeka

 

Guadalajara, Jalisco, diciembre de 2014. La herencia que dejamos a nuestros hijos consiste en una infancia feliz; palabras bellas que iluminen su corazón; manos extendidas con el ánimo de ayudar en sus momentos críticos;  comprensión que nunca encontrarían en otro lugar;  valores que fortifiquen su salud; el desarrollo de su talento y felicidad; prácticas de convivencia sana; cariño sin condiciones; confianza, fe y esperanza; responsabilidad, y un crecimiento compartido con todo el espíritu de lo que es humano. Bueno, si quien lee estas líneas, reunió algo de ahorros, también puede elegir dejárselos, pero eso queda en último lugar de importancia y sólo después de cumplir con lo anterior.

El libro Sácate un 10 Educando a tus hijos, más que un esquema rígido de “debe ser”,  es un delineador de estrategias educativas para la vida. En él se puntualizan las variables psicológicas más importantes que hay que atender. El amor que les profesamos a nuestros hijos no debe atropellarse con pobres procedimientos o ignorancia. Por el contrario, siguiendo las recomendaciones presentadas en este texto, el lector encontrará la posibilidad de brindar su precioso sentimiento en el mejor de nivel para dar frutos y resultados visibles.  

Todo conflicto es una oportunidad

En entrevista exclusiva para este medio, Aguilar Kubli, comentó que el libro le habla a los padres de familia de una manera concisa y práctica de diez cosas que deben apretar muy bien en casa: en mentalidad, disciplina y en toda una serie de cosas, es decir, el autor escribe sobre reglas y reglas en mentalidad. Por citar un ejemploTodo conflicto es una oportunidad. Por lo tanto, en casa todos piensan así;  pero por otro lado, los hijos ven las actitudes erróneas de sus padres. Un ejemplo: “Tu esposa te está reclamando y les concedes la razón, le dices la regué, este es el conflicto, ahora cuál va a ser la oportunidad para resolverlo y se ponen de acuerdo para darle una solución. Hay que imaginarse a un hijo de 6 años que vea esto, sin notarlo, ya le dejaste la mejor herencia, mucho más valiosa que el dinero, ya que va a empezar en su escuela a ser un líder. Hay que imaginarse la cascada de sabiduría, que a través de su vida adquirirá ese niño. Pero hay que creerlo en serio, no es rollo político, ni habladuría, porque si uno quiere darle la vuelta al problema, no funciona, no se es honesto. Por lo tanto, esta regla de a de veras que se plantea en casa es de lo que habla este libro, y de una manera sencilla, con ejemplos, que va guiando al lector y va dando resultados de inmediato y hacer cambios.

Mentalidad positiva fomentada en casa

El autor compartió que hay padres de familia que les duele el estómago porque ven los errores que han cometido y de lo alejados que han estado de las recomendaciones. Eduardo expuso el caso de una señora que ella no ha podido concluir, pues no se ha perdonado a sí misma. No se trata de eso, lo que ya pasó, pasado está. Con este libro, los hijos de los lectores y lectoras, que sus padres de hoy en adelante lucharon, finalmente eso es lo que se reconoce. Otra regla que se encuentra en este libro, se llama En mente positiva no entran moscas, es decir, se cerró una puerta, cómo vamos abrir diez más. Esa debe ser la mentalidad, no es un rollo motivacional o envolvedor, este es un punto de investigación. A propósito, en 30 años de investigación se ha descubierto que, los optimistas se enferman menos, logran más objetivos en la vida, esto lo asevera el investigador Martin E. P. Seligman, él descubrió que logra más en la vida una persona con una inteligencia normal que un brillante pesimista. Esto es muy importante, ya que no se trata de ser una lumbrerita, se trata de ser persistente, esto se logra con una mentalidadpositiva fomentada en casa y uno como padre o madre debemos fomentarla. Hay un estudio que señala que una madre pesimista tiene correlación con un hijo pesimista en un 80 por ciento; el padre también influye, pero la madre más, en los primeros años, porque está más tiempo con él. Lo que sucede, es que el niño se va ajustando a un patrón de conducta que le está enseñando su madre: “nunca vamos a salir de la pobreza”, “nadie viene a ayudarme”, “tu padre no me comprende”, “tengo mucho trabajo”. Al rato el niño toma la tarea y empieza a imitar a su progenitora: “no voy a poder terminar con la tarea”, “qué mugrerío”, “no sé para qué hay escuelas”. Aunque parezca risible, al rato se abrazan los dos y empiezan a decir: “¡qué triste vida nos tocó vivir!”. Lo que menciona Aguilar Kubli, me recuerda un poema de autor desconocido en el libro Piense y hágase rico, de Napoleón Hill, cuyas palabras están llenas de una gran verdad universal:

 

“Pacté con la Vida por un penique, y la vida no pagó más.

Sin embargo, mendigué por la noche

cuando conté mi parco acopio.

Pues la Vida no es más que patrón que da lo que se le pide,

pero una vez que se fija el salario, ¡oh!, es preciso seguir adelante con el trabajo. Trabajé por el jornal de un lacayo,

sólo para aprender acongojado, que cualquier jornal que hubiese pedido a la Vida, ella me lo hubiese dado”.

 

Quitando las telarañas mentales

No obstante, hay alternativas y otros enfoques y uno tiene que heredar en los hijos una mentalidad optimista, tan importante, como vacunarlos contra cualquier enfermedad; el optimismo es tan importante para prevenir el cáncer, para prevenir accidentes; el optimismo va ligado a la productividad personal; el desarrollo y el talento proviene de una mentalidad positiva-de acuerdo a otro estudio Seligman-, además hay citas y más investigaciones muy serias. De esta manera, el libro está elaborado con diez reglas muy sencillas: es un estuche de joyas preciosas que hay que evaluarlas poco a poco. Es una nueva cultura familiar de calidad humana donde el hombre es primero, y antes que todo, debe desarrollarse en plenitud.

Para los padres que son de la tercera edad o en aquellos en que los hijos ya se han marchado del nido, Eduardo, refiere: lo que te quede de vida, pide perdón, que te vean la actitud diferente, eso va a ser un ‘enamoramiento’Todos estamos, mientras vivamos, en un potencial“enamoramiento”¸ la otra es que ellos vean para que sus hijos no reciban las mismas enseñanzas. Por consiguiente, hay mucho que hacer, no es sembrar en despoblado, vas a generar cambios y tus nietos te lo van a agradecer, y hay que tomar cada uno de nosotros en las áreas de oportunidad que tengamos: la gama es amplísima, hay muchos tipos de abuso que se han cometido, pero no fue con el corazón o de mala fe la gran mayoría de las veces, a menos de que hubiera una enfermedad mental. Decía alguien: “Ser viejo, no es el debilitamiento del cuerpo, es la indiferencia del alma. Entonces, mientras tú no demuestres que tu alma es indiferente y se renueva en el amor eres un héroe el día de hoy; y hoy tú único heroísmo que vale la pena es el amor.  

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